lunes, 26 de abril de 2010

La convocatoria de la segunda reunión del Gt. 53 autocaravanas.

Después del cese como responsable de la PACA en el Gt53 y aunque por sus actos los personajes, que componían la junta directiva no merecían ningún trato de favor, por mi parte me dije ¡hale! estréllense ustedes, era lo que me pedía el cuerpo en ese momento, pero por mi forma de ser y por el bien del trabajo desarrollado hasta ese momento en el Gt 53 que tanto había costado y para que mi cese no resultase de alguna forma "traumático", no me comporté así. Me puse en contacto con ellos solicitando nombrasen un sustituto para la próxima convocatoria del grupo de trabajo en la Dgt, comprometiéndome a presentarlo a la presidenta del citado grupo .

Cuando le comenté mi cese a la entonces Senadora Ana María Chacón, esta se cogió un enfado como pocas veces he percibido en ella, insistía que antes de tomar esa decisión se lo tenía que haber comunicado primero a ella, intentó convencerme para que continuase como su asesor, pero aquella vez ante lo que había vivido en Consuegra y en otras ocasiones, no hubo nada que hacer, mi decisión era firme y no pudo convencerme.

Nombrado el sucesor en el Gt 53, llamé por teléfono a la presidenta del Grupo la Sr. Anna Ferrer, primero para comunicarla mi decisión de cese en el grupo y después para concertar una fecha y así poder presentar personalmente a mi sustituto en la Dgt, su sorpresa también fue mayúscula ya que al igual que la Sra., Chacón, no entendía que había pasado.

En la fecha que había acordado con La Sra., Ferrer, aprovechando que tenía que pasar por Madrid para viajar con mi mujer a Cuba, aproveché también para presentar en la Dgt al entonces vicepresidente de la PACA José Cristóbal Pérez, persona que la junta directiva había elegido para ocupar la plaza vacante en el Gt 53.

En la presentación observé un detalle, que este estaba obsesionado por que le entregase los documentos que había estado elaborando para el trabajo de la mesa. Delante de la propia Sra. Ferrer y su secretaria le comenté que no había problema ya que todo estaba en manos de la Presidenta, tanto en soporte informático como en papel impreso, no obstante en mi coche tenía un archivador con algunos documentos, no todos, que después de la presentación le entregué.

Hoy después de lo que hizo este personaje en la Dgt, pienso que hubiese dado igual lo que le hubiese entregado, estas cosas hay que mamarlas trabajando y recopilando esos documento para poderlos entender y por otra parte, él antes de acudir allí ya tenía un plan trazado y concebido con otros.

La Sra. Ferrer me comunicó que no tenía más remedio que meter en el grupo "al de siempre", personaje que sin ninguna vergüenza ni dignidad, desde que se formó el grupo revolvió Roma con Santiago, para estar como fuese allí. Delante del vice de la PACA comenté a la Sra., Ferrer, que eso era asunto suyo, pero que no obstante tuviese mucho cuidado con la persona que estaba metiendo en el grupo ya que este venía de la mano del campingcaravaning y lo podía "revolver" todo.

Para aclarar un poco esto, la Sra. Ferrer había recibido algunas comunicaciones, para integrase en el grupo, de la asociación del campingcaravaning ASPA, asociación radicada en Cataluña e integrada por los empresarios del Caravaning, el LLeure Camper club de Cataluña, la asociación campista de la UCC de Cataluña y la FECC, federación española de clubes campistas. La ASPA, esta entidad de Cataluña, integrada por intereses campistas, parece ser que había nombrado "al de siempre" delegado para que diese toda la guerra posible y si podía colarse por la puerta de atrás en el GT53 fenomenal, cosa que consiguió, pero a mí eso ya me daba igual, allá ellos con sus asuntos.

Tiempos atrás mantuve una entrevista, acompañado por el secretario de la PACA, ya por aquel entonces estaba tratando de meter "el morro" por donde podía, con los empresarios del Caravaning que estaban reunidos en un hotel de la capital de España. Los empresarios sabedores de la labor que algunos estábamos tratando de hacer por el autocaravanismo en las altas estancias del Estado, se ofrecieron a ayudarnos en algo, inmediatamente y ante la mirada perpleja del secretario les respondí, que si lo que trataban era el ofrecer alguna ayuda económica, que no, que nosotros no necesitábamos nada de eso, que lo único que podían hacer era quitarnos del medio, no subvencionándolo o dándole carguillos, "al de siempre" que solo con eso ya nos ayudaban.

Después de despedirme y estando en el aeropuerto de Barajas la Secretaria de la Sra. Ferrer, por petición de esta, me llamó por teléfono para invitarme a la segunda convocatoria aunque fuese de oyente, evidentemente invitación que rechacé de plano, ya que yo no pintaba nada allí, eran otros a quienes les competía y tenían la responsabilidad de estar y no yo.


Pedro Ansorena.

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