domingo, 26 de junio de 2022

Reflexiónes sobre los autocaravanistas y la relación de estos con la administración.

Soy consciente que al igual que yo, otras personas quizás tienen una visión diferente a la mía sobre estos asuntos, por lo tanto en estas reflexiones que aquí hago, no pretendo estar en posesión de la verdad o tener la razón, lo hago aportando mi opinión con el solo ánimo de que lo vivido por mi hasta este momento y dentro del autocaravanismo,  pueda servir de conocimiento y ayuda a quien le interesen éstas cosas. También con la intención de que los futuros implicados en esta actividad puedan sacar algunas conclusiones, que les ayuden y orienten a continuar el camino, porque  creo que sin tener en cuenta las experiencias del pasado y tomar nota de éste, el  futuro será más incierto. El estudio de los orígenes, casi siempre aportan claves sobre los problemas que se nos presentan, porque entre otras cosas, comprender el pasado debe servir de herramienta para solventar los problemas del presente y del futuro. 


Siento tener que repetir y recordar lo que ya he comentado en varias ocasiones, lo que cuento aquí es "mi verdad" referente a lo que veo o pienso de ésta y otras cosas, no solo respecto a las opiniones, sino en cuanto a los hechos. Si alguien ha visto o siente las cosas de otro modo, si le apetece sólo tiene que contarlo igualmente y que a los que le interesen éstas  de verdad, puedan ir sacando sus propias conclusiones.

Dicho ésto y como algunos ya sabéis, durante los años, que junto con algunos compañeros,  he tenido la oportunidad de trabajar en el mundo de la reivindicación, en las conversaciones mantenidas con  políticos o funcionarios, tanto del ámbito de responsabilidad de la administración local, la del Estado, la del Poder Legislativo o Las Cortes Generales. Sin duda he sacado algunas conclusiones o adquirido algunas experiencias, que intentaré comentar aquí.

Me preocupa el comprobar que algunos compañeros responsables de algunos grupos de representación, seguro que con la mejor voluntad pero en mi opinión con poco acierto, ya que quizás sea su propia inseguridad o falta de claridad de ideas la que les lleve a ello, piensen que en la solución de los problemas que presenta nuestra actividad, cuantos mas seamos mejor, aunque algunos de estos formen parte de otros intereses u otra problemática, el caso es tener gente detrás. Incluso algunos de ellos parece que creen que en esto no solo bastan o son suficientes las miles de familias de autocaravanistas que a día de hoy hay en España, sino, que con el ya  manido y falaz argumento  de la “unión de los vehículos vivienda o la discriminación” también quieren incluir a los caravanistas en nuestras reivindicaciones, aunque estos últimos mas que una ayuda puedan representar un problema. Me pregunto ¿ con esa visión por qué solo las caravanas, por qué no incorporar también a los carros tienda, los automóviles que montan en el techo la tienda o quizás al resto de campistas, con esa idea  seremos más, no os parece?.

Lo curioso es ver o comprobar que esto solo ocurre aquí en España, porque en todo el entorno de los países que integran la CEE, no encontraremos un solo país en donde los caravanistas reivindiquen junto con los autocaravanistas, solo en casos muy aislados y por alguna situación muy especial, podemos ver una  caravana pernoctando  en un área de servicio de autocaravanas. Memoria de actividades del Coordinamento Camperisti italiano.

Claro esto parece que lo hacen pensando que cuanto “mas tropa” se lleve detrás mucho mejor, parece que con la visión de que así, quizás nuestros administradores públicos o políticos no tienen escapatoria para atender nuestras peticiones. Pues NO señores, a mi modo de ver, eso esta bien para la confrontación o la guerra pero no para reivindicar una cosa tan sencilla como ayudar o convencer a nuestros administradores públicos de adoptar las medidas necesarias en nuestro país, modernizando éste, dotándole de servicios para las necesidades de un colectivo como el de las familias que viajan en autocaravanas.

Para entender ésto, creo que deberíamos de valorar lo que realmente estamos tratando y en que ámbito de necesidad ciudadana o social ubicamos nuestras reivindicaciones. Al igual que de otras cosas, la visión que como autocaravanista tengo de ésto, me indica que lo nuestro es una actividad de ocio y tiempo libre y como tal debemos de tratarla, nada más. Aquí no nos jugamos   algunos de nuestros pilares fundamentales para la vida, como pueden ser el trabajo, el salario, la sanidad, la educación etc etc. Por muy importante que esto nos parezca a nosotros, no lo es ni para el resto de la sociedad, ni mucho menos para nuestros administradores públicos. 

En el trato con la administración, los responsables con los que me he entrevistado o dialogado, casi siempre me han tratado bien o correctamente (no puedo decir lo mismo del trato recibido por parte de algunos autocaravanistas), lo que entre unos y otros hemos conseguido, poco o mucho, siempre  ha sido  por la vía del dialogo, el entendimiento, el convencimiento o la disposición de ayuda ha nuestros interlocutores. He comprendido que el mayor problema que tenemos no reside en que algunos  de nuestros administradores tengan algún tipo de animadversión hacia nosotros, quizás el mayor problema  somos nosotros mismos y nuestros comportamientos, unido esto al gran desconocimientos que tiene la sociedad  y nuestras administraciones,  presionados y confundidos estos por parte de algunos intereses, de como tratar ésta ola de autocaravanas, camper o furgonetas que se les viene encima y que cada vez mas y  en mayor cantidad están llegando a los núcleos urbanos o espacios naturales que administran y como tratar esto. La realidad que he percibido es que la confusión y el desconocimiento, no saben como tratarlo o tienen muchas dificultades para ubicarnos, por lo tanto en vista de ello, no creo que metiendo también a las caravanas en esta historia, por muchas personas que integren ese colectivo, el problema  se arregla, mas bien lo empeora.

Por otra parte, resulta curioso comprobar que constantemente estamos reivindicando, aparte de que se creen los servicios adecuados y otras cosas, el respeto de nuestros derechos como vehículo que contempla el RGC o  la instrucción de trafico 08/V-74.

Un documento que se refiere únicamente  a las autocaravanas y su actividad, aclarando y definiendo en el mismo, entre otras cosas, los limites  entre el aparcamiento de éstos vehículos y la acampada.

En vista del contenido de la nombrada instrucción, con la pretendida inclusión y aparcamiento de las caravanas en los espacios de aparcamientos o la vía pública como algunos pretenden, me pregunto ¿cómo se puede mantener ante cualquier administrador público, que no pretendemos acampar, sino aparcar, cuando, aparte de otros asuntos de seguridad, de todos es sabido que para poder habitar una caravana ésta debe de bajar patas o colocar calzas, cuando precisamente eso se considera acampada o si ésta está enganchada al vehículo tractor, rebasará las marcas de de delimitación de las zonas de aparcamiento?.

Por otra parte y con respecto a las formas para conseguir convencer, si volvemos la vista atrás, nos daremos cuenta que en el corto espacio de  apenas veinte años que se lleva reivindicando, se han promovido  manifestaciones o marchas autocaravanistas reivindicativas en algunas ciudades o poblaciones de nuestro país, algunas recientes con mas de quinientas autocaravanas presentes. Aparte del espectáculo de nuestra  visibilidad o presencia en las calles y aparecer  en algún medio de comunicación (pocos) , aunque siempre estas acciones pueden ser IMPORTANTES ¿en que quedó todo ello, al final en esas marchas o después de éstas se consiguió algo destacable o se convenció a alguien, porque yo no me he enterado de nada?. 

En cambio si miramos atrás con atención, nos daremos cuenta que la mayoría, (por no decir todos) de los  logros conseguidos, como pueden ser la propia instrucción y otros documentos o las mas de mil áreas de autocaravanas creadas en nuestro país a lo largo del periodo nombrado, de inmediato veremos  que estos logros  han sido conseguidos por pocas personas y siempre por la vía del dialogo y el convencimiento, nunca por la vía de la confrontación. Por lo tanto, si tenemos en cuenta ésto, creo que por experiencia contrastada sabemos cual es el camino a seguir o por donde debemos de caminar. 

Nuestras reivindicación o pretensiones son tan justas o de tal sentido común, que para ello, en mi opinión, creo que no hace falta un “batallón” detrás sino personas (mejor asociadas, aunque también por libre, como proceda) que tengan las ideas claras, para por la vía del dialogo ser capaces de trasmitir éstas y sobre todo convencer a nuestros administradores públicos o políticos con los que tengamos la oportunidad de entrevistarnos. Para ello no encuentro la necesidad de llevar  con nosotros a los vehículos remolque como las caravanas o los campistas, porque solo la visión de ello y lo que se les viene encima,  por parte de la gran mayoría de los interlocutores responsables con los que tenemos que tratar e intentar convencer, nos puede crear más problemas que beneficios. 

Cordiales saludos.

jueves, 9 de junio de 2022

Opinión y reflexiones sobre algunos derechos, obligaciones, beneficios y consecuencias de la practica del autocaravanismo.

Con frecuencia, tanto por parte de algunos autocaravanistas así como por algunos de  los responsables de los grupos de representación de éstos, asisto a la exposición o divulgación, que seguro que con la mejor intención, éstos resaltan de los beneficios materiales que la practica de ésta actividad deja en los lugares o municipios que éstos viajeros visitan o frecuentan.


 En  mi opinión, quizás ésta visión  está bien cuando no se dispone de otros argumentos mejores que la simple cuestión material. Pero sin embargo, ésta forma de ver las cosas , parece que anteponiendose a otras aportaciones o derechos más importantes que sin duda también ofrecemos y que creo deben de estar por encima de la simple cuestión material. Quizás los comentarios son hechos con la mejor intención, pero sin embargo y a mi modo de ver, me da la impresión que en algunos casos, o no disponemos de otros argumentos mejores o  son como justificación para que nos dejen aparcar con nuestros vehículos en los lugares que visitamos, cuando aparcar un vehículo  es un derecho innegable y quienes nos priven de él están actuando arbitrariamente con abuso de poder y lo más grave, saltándose la ley a la torera. 

Seamos respetuosos en los lugares que visitamos, pero gastemos dinero o nó, no debemos de tener complejo a la hora de utilizar nuestras autocaravanas y reclamar el derecho de aparcar nuestros vehículos al igual que los demás. Creo que debemos de tener las cosas  claras y  ser mas ambiciosos en nuestras reivindicaciones. 

A mi modo de ver o entender también éstas cosas, soy consciente que vivimos en una sociedad tremendamente material en donde parece que sin tener en cuenta otras cosas, casi todo se mide por el valor del dinero. Sin embargo,  creo que el dar ésta imagen de nuestra actividad es un tremendo error, cuando ésta si se mira bien y sin perjuicios aporta mucho más que el simple gasto en un comercio y el beneficio exclusivamente material solo  de quienes gestionan éstos, como lo es la inversión que representa la compra o alquiler de una autocaravana, los puestos de trabajo que éstas generan en  su fabricación o las materias primas y la tecnología de todo tipo que incorporan y se requiere en su fabricación o ensamblaje. Aparte de la distribución, mantenimiento o reparaciones, seguros, combustible, impuestos etc, etc. Solo con la valoración de éstos aspectos, netamente económicos, ya esta mas que justificada la aportación en ese aspecto, a la sociedad que las autocaravanas y su actividad realizan, sin necesidad de tener que justificar si gastamos tanto o cuanto, cuando visitamos algunos lugares. 

Pero sin embargo y después de todo lo descrito, quizás para poder tratar de valorar “los otros beneficios” que aportan la presencia de nuestras autocaravanas, en mi opinión, habría que retrotraerse en el tiempo al origen de la motivación por la que éstos vehículos, dentro del concepto de una sociedad evolutiva, fueron creados y homologados ¿por qué  y para qué? .  

El turismo de Autocaravana en España inicia su trayectoria como fenómeno significativo de "vacaciones al aire libre y en libertad" a comienzos de los años 90, en donde en el inicio de los años 2000 se creó La PACA, que se sepa,  el primer grupo de representación autocaravanista netamente reivindicativo.  Todo esto surgió, como la mayoría ya conocemos, muy por detrás de otros países europeos de nuestro entorno ( algunos de ellos como Italia ya disponían de grupos de representación en los años 70 del pasado siglo) en los que éste estilo de vida, demandado por la sociedad como alternativa vacacional y de ocio, ya está basada consolidado.  El paso de la tienda a la caravana y de ésta última a la autocaravana ha sido lógico e inevitable, y como consecuencia, en primer lugar, de la evolución de nuestra sociedad hacia un estilo de vida dominado por la tecnología, en busca de un aprovechamiento mejor del tiempo libre o las vacaciones.  

En segundo lugar, de la necesidad de viajar por ahí fuera de los lugares de origen o residenciales, en busca, entre otras cosas, de liberar las tensiones que se generan en lo cotidiano, cada vez mayores en un mundo o estilo de vida  más agobiado o exigente. Por último, del afán constante y humano de encontrar los medios más idóneos para dar nuevas perspectivas al tiempo libre y disponibilidad de éste en nuestro vivir diario, o lo qué es lo mismo y entre otras situaciones y usos, el ejemplo qué se crea cuando una familia autocaravanista que vive en Madrid u otras ciudades o poblaciones españolas, junto con sus niños, sobre las siete de la tarde, después de finalizar su semana laboral, tengan la necesidad de pasar el fin de semana en la playa, en un espacio natural, en una ciudad, en un pueblo o en un espacio recreativo. Encontrándose a su llegada éstos con el problema o el contrasentido, que aunque quieran acceder a los servicios de un camping, éstos establecimientos públicos o privados por sus horarios de acceso o temporalidad están cerrados, por lo tanto no nos sirven, aparte de la libre libertad de movimiento. 

Entre otras razones quizás por ello evoluciona y se crea una autocaravana, para salir de las ataduras del viaje que supone o nos ofrecen las servidumbres del turismo convencional, con la solución y respuesta del innegable derecho de aparcar correctamente nuestro vehículo, al igual que el resto, con la intención de pasar la noche, en un aparcamiento o espacio público legal, sin molestar a nadie cerca de los lugares de destino, en un vehículo autocaravana, que está creado y concebido expresamente para viajar habitando respetando el medio ambiente o los espacios qué frecuenta.

Algunos ya sabemos que entre otras, una de las razones que manifiestan o esgrimen en nuestra contra, no solo nuestros administradores públicos, también algunos ciudadanos o ávidos empresarios de camping, es el echo de que según su percepción de las cosas o el sentido del derecho de éstas, los vehículos autocaravanas les quitan los espacios de aparcamiento a los coches, sin tener en cuenta que como vehículos disponemos de los mismos derechos. También él de la masificación por parte de éstos vehículos en exclusivo, sin tener en cuenta el resto de vehículos y sus usuarios. También sobre el mantra de que algunos usuarios de las autocaravanas no respetan o se comportan mal en los espacios públicos. Pero como en todo en la vida, para ello nuestros administradores públicos disponen o están dotados de suficientes herramientas legales para reprimir los actos incivicos o cualquier falta de respeto a lo público y sus normas de convivencia, con la obligación que tienen de aplicar éstas y ejercer su autoridad. En cambio en algunas ocasiones éstos pasan de su deber facilitando con ello el desmadre, tomando después la decisión que toman algunos ayuntamientos u otras administraciones, pagando los justos por pecadores (la responsabilidad de cualquier acto Incívico  es siempre de quienes lo protagonizan y de quienes se lo permiten, no del resto de los ciudadanos) con la prohibición o simplemente la expulsión de todas las autocaravanas de los espacios que éstos mal administran y no así mismo a otros vehículos, sin tener en cuenta nuestros derechos. En vez de valorar la posibilidad de una regulación acorde con la ley y las necesidades de los ciudadanos, no solo para las autocaravanas, también para el resto de vehículos.

Con la aclaración de algunos conceptos de las motivaciones en la evolución y creación de la autocaravana y la problemática o la confusión que éstas generan a la hora de aparcar o pernoctar  en algunos lugares públicos Vamos a tratar, a mi modo de ver, de algunas de las cosas que éstas y las familias que viajan en ellas aportan y ofrecen a una sociedad, que quizás cegada o excesivamente mal educada en el aspecto económico y otras cosas, por encima de todo lo racional. Una sociedad y sus responsables administrativos o políticos, que parecen estar sumidos en la oscuridad, sin querer  ver los derechos y obligaciones que nos asisten a los ciudadanos en su generalidad, sin la adopción de medidas abusivas o discriminatorias, que en  el caso de las autocaravanas y sus ocupantes se hacen patentes, demostrado con ello una falta de conocimiento  y  una  ceguera alarmante, al no  ser capaces de ver mas adelante de su vista, de los beneficios de todo tipo qué fuera de lo simplemente material, éstas familias  aportan .  

Para tratar de valorar un poco ésta situación, comentar que en mi opinión, cada vez se percibe que es más necesario encontrarnos con la exigencia de transferir recursos turísticos sobre el territorio sin comprometer la integridad medioambiental de éste con estructuras y obras costosas, en algunos casos temporales o de incierto futuro. En cambio para  atraer y acoger al turismo itinerante de la autocaravana, unos viajeros  que aporta múltiples beneficios de todo tipo en los lugares que visitan,  no se necesita de grandes inversiones, basta con una superficie lo más discreta y tranquila posible para estacionar unos vehículos por un periodo limitado a 48 o 72 horas, en una ubicación lo más próximo posible a los lugares de interés o visita, o en su caso conectados con el trasporte público, con  unas normas de uso y una correcta señalización, con la dotación de un grifo y una reja que comunique con el alcantarillado público o un cubo para el deposito de residuos urbanos.  

Las familias que viajamos en autocaravana en una gran mayoría, somos itinerantes hoy aquí y mañana allí, no  somos viajeros o turistas de destinación, somos viajeros  de motivación. El primero se concentra, el segundo se descentra. El primero urbaniza, el segundo se integra tal como es, abriendo el gran abanico de posibilidades que tiene en el descubrimiento de lugares, tanto culturales como materiales, pasando del arte a la gastronomía, de las manifestaciones a la artesanía o de ésta al disfrute ordenado del territorio. Sí él turismo residencial entra en el territorio, lo diseña a su uso y abuso modificando éste, en cambio el turismo de movimiento, con una regulación y servicios adecuados a sus necesidades, gratuitos o de pago, como proceda, lo deja integro y se vuelve solidario con él. Es un turismo sostenible, una modalidad y estilo de vida que lleva desarrollo a las zonas que frecuenta, no alterando el equilibrio del lugar. Ante esas premisas, sin ninguna duda,  la autocaravana es posiblemente el mejor instrumento para poner en práctica esos valores. 

Es un turismo adaptado a todas las personas y lugares aunque estos no sean autosuficientes, porque en la extraordinaria flexibilidad de la autocaravana, por su autonomía y movilidad, se pude encontrar un aliado perfecto. Sus usuarios no se trata de viajeros  de bajo poder adquisitivo ya  que esta actividad de viaje es utilizada, cada vez más, por viajeros de distinto perfil o capacidad cultural y económica, viajeros que en sus días de ocio o los vacacionales, hacen  de ésta práctica la actividad principal del tiempo libre de muchas familias europeas, que encuentran en este estilo de vida una magnifica oportunidad para enriquecerse, tanto en el aspecto cultural, como el de relación, erradicando con ello viejos tópicos que contribuye a que cada vez la sociedad viva mejor y en armonía de intereses, por ello el autocaravanista no debe de tener fronteras. El turismo itinerante aporta bienestar, salud y equilibrio emocional a la población que lo realiza y riqueza cultural y social de todo tipo para los lugares que visita. El viajero itinerante es, probablemente, el modo de turismo que más posibilidades de ínter- actuación y de intercambio de ideas y culturas permite entre los ciudadanos de distintos países y sus diversas culturas, generando un gran potencial de cohesión entre  éstos.  

Por ultimo y después de lo anteriormente expuesto, comentar que las familias que viajan y habitan una autocaravana, tanto los niños como los adultos, aprenden a valorar la utilización de la energía y los recursos que se necesitan para la vida  diaria, sin derrochar o mal utilizar éstos. En una autocaravana la energía eléctrica (la mayoría producida en placas solares o el alternador del motor) o el gas, no sobra y se debe de utilizar con moderación o sentido de ahorro, por ello y entre otras cosas,  en una autocaravana es impensable mantener las luces encendidas u otros aparatos de consumo, cuando estos no son necesarios. Lo mismo sucede con otro de los bienes necesarios y escasos en una autocaravana, el agua. Resulta impensable asearse con un grifo permanentemente abierto o utilizar un exceso de gel o chanpu en la ducha, como mucha gente hace en sus casas cotidianamente, ya que los depósitos de aguas de las autocaravanas tienen una capacidad limitada y no siempre se está al alcance de éste bien tan preciado que nos dona la madre naturaleza. Simplemente, entre otras cosas, con el aprendizaje o valoración  y uso de éstos elementos racionalmente, por parte de los pequeños y mayores, usuarios de las autocaravanas, millones de familias en toda Europa y el aprendizaje o educación en esta cultura del ahorro en el uso de los recursos energéticos o naturales, una cultura que después trasladamos a nuestros hogares, los autocaravanista ya aportamos al medio ambiente y a la sociedad muchos mas valores , que la simple condición materialista de el gasto que realizamos en un establecimiento comercial o un restaurante. Una situación que por otra parte como ya he comentado y repito, el gasto no es ninguna obligación que tengamos que demostrar a nadie para que nos permitan  nuestro derecho de aparcar un vehículo, es una consecuencia.  

Espero y deseo que éstos conceptos que aquí expongo, les sirvan a los autocaravanistas y sus representantes, para si los ven oportunos, tener en cuenta  una visión mas de los otros valores   que aportamos a nuestra sociedad y nuestro medio ambiente, por encima de la simple situación material del gasto diario o cotidiano que realizamos en los lugares de destino o visita. 

Cordiales saludos.