lunes, 25 de octubre de 2010

Un paseo por Bilbao y su museo Guggenheim.

El pasado fin de semana, y aunque Senia y yo de vez en cuando nos damos una vuelta por la capital vizcaína, en esta ocasión de nuevo nos animamos a acercarnos por allí atraídos y motivados por la visita a una exposición de pintura barroca de los flamencos del S. XVII, recién inaugurada en el Museo Guggenheim de Bilbao, esta vez viajamos en compañía de nuestros familiares Pepe y Juani .



El tiempo no era muy apetecible ya que se auguraban lluvias, el color del cielo y los abundantes nubarrones, que circulaban por encima de nuestra cabezas no presagiaban otra cosa, pero como solemos decir por aquí, por el norte peninsular "al mal tiempo buena cara". Con el paraguas y el chubasquero en ristre y unas buenas botas, a eso de las diez de la mañana nos pusimos en marcha rumbo a Bilbao.



En el final de la década de los años 60, tuve la oportunidad de conocer la ciudad de Bilbao y sus alrededores, entonces corrían otros tiempos, el entonces llamado "Bocho" estaba en plena actividad, las fábricas trabajaban a pleno rendimiento, la construcción no paraba de fabricar edificios de todo tipo, como las torres de la plaza de Zabalburu etc. En Bilbao había mucho trabajo de todo tipo y esto se notaba en la frenética actividad de la vida diaria de la ciudad del Nervión, en aquella época darte una vuelta por cualquiera de sus plazas y calles, como la de Iturribide, la gran vía o las siete calles, daba una buena muestra de lo que se movía por la ciudad en aquellos tiempos.



Sin embargo, la frenética actividad, que por aquel entonces vivía la ciudad tenía consecuencias y secuelas poco agradables, Bilbao en ciertos aspectos se hacía irrespirable, dar un paseo por su casco urbano con el atronador ruido de los vehículos y la actividad de su urbe, con las fachadas de sus edificios ennegrecidas por la contaminación o por la orilla de la ría del Nervión llena de pestilentes vertidos y flotantes "makordos", daba una buena muestra de la insostenible y poco edificante situación que por aquel entonces vivía la ciudad y la ciudadanía.



Pero esto hoy afortunadamente ya no es así, los bilbaínos han sabido trabajar como pocos en la línea correcta y aquella ciudad irrespirable de antaño es hoy todo un derroche de saludable belleza, aquellos edificios aparentemente con poco atractivo ennegrecidos por la contaminación y la suciedad, que siempre acompañaba a esta en prácticamente todas las zonas de la ciudad y su entorno de influencia, hoy se han convertido y trasformado en limpios y atractivos edificios de arquitectura modernista o clásica acompañados por otros edificios de nueva factura y líneas vanguardistas que están naciendo a su alrededor, especialmente en la zona del ensanche, la acertada restauración de la puebla vieja o las siete calles, con el teatro Arriaga presidiendo la antigua urbe medieval, el hoy aun en restauración mercado viejo al lado de la ría etc. las recién creadas estaciones del nuevo metro, con su diseño y moderna arquitectura en acero inoxidable, son una buena muestra del trabajo y lo acertado de la trasformación y el cambio que ha sufrido la ciudad de Bilbao.



Pero lo que quizás mas llama la atención y cautiva al visitante de la ciudad, es la bonita y sorprendente arquitectura de él, sin duda, hoy nuevo símbolo de la ciudad, el edificio del Museo Guggenheim, una muestra de la arquitectura moderna que nos ha dejado el prestigioso y reconocido arquitecto contemporáneo de fama mundial Frank Gehry.



El edificio aparte de la notable belleza ha sido construido en la misma ría del Nervión y enfrente de la prestigiosa universidad de Deusto, una de las zonas más simbólicas de la ciudad, integrando a la arquitectura del Guggenheim, con los elementos de agua que rodean el edificio, no solo la ría de Bilbao, también los edificios del entorno como si se tratase de una sola unidad.



Otra de las trasformaciones importantes de la ciudad ha sido la propia ría del Nervión y el espacio que circunda a esta, hoy dar un lago paseo por la orilla caminando o en barco por esta, en mi opinión, es uno de los mayores atractivos que ofrece la ciudad, la esmerada limpieza y el cuidado urbanismo entorno a esta es un regalo para la vista.



Bilbao y los bilbaínos, como consumados viajeros que son y como no podía ser de otra forma, disponen de las instalaciones de un área para autocaravanas en Kobetamendi. Aunque el citado área está un poco alejado de la ciudad, (espacio tienen de sobra para haber acercado está un poco más a las zonas de visita), pero en fin, algo es algo y ya quisiéramos los autocaravanistas disponer de muchos espacios como este en otros puntos y ciudades de nuestra España. El área es de pago y aunque con mala señalización para acceder a ella, dispone de excelentes vistas, conexión con la ciudad por autobús y de una buenas instalaciones. N- 43º15'34'' W-2º57'49''.

Aparte de este área nosotros solemos utilizar un aparcamiento mas próximo a la ciudad situado al lado de la ría en Deusto. N-43º16'01'' W-2º57'01''.



Aunque en general en el País vasco no hay que descubrir que se come muy bien en muchas partes, nos atrevemos a daros nuestra recomendación para la visita de la ciudad. En relación calidad precio, un clásico de Bilbao muy utilizado a diario por los bilbaínos, "El restaurante- café- Bar Iruña", situado frente a los céntricos jardines de Albia C/Berastegui Nº4-6- Tfn.944237021.   N-43º15'44'' W-2º55'40''.



Para ver otras imagenes   Pinchar aquí

Pedro Ansorena y Senia Bonaechea.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Soy de Bilbao y me han gustado mucho las fotos, lo que escribes de mi ciudad y como lo cuentas.

Muchas gracias.
José Manuel Incera.

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