domingo, 24 de octubre de 2010

El Valle de Cabuérniga y La Reserva Nacional de Saja.

Situado en el interior de Cantabria, el Valle de Cabuérniga es una impresionante reserva verde que alberga infinidad de secretos.

Sin duda, otro de los paraísos de la Comunidad Cántabra es este valle y la Reserva Nacional de Saja, hábitat del Urogallo, el Corzo, el Venado, el Jabalí y el Oso Pardo. En este singular espacio, el paso de la historia le ha legado una serie de núcleos (Carmona, Fresneda, Renedo, Selores, Sopeña, Terán, Valle, Viaña, Los Tojos, Bárcena Mayor, Saja etc.), conformados por barrios y aldeas, en donde el viajero, además de una exquisita oferta gastronómica, puede completar su visita observando elementos de gran valor arquitectónico y medioambiental. Manadas de vacas tudancas y caballos, palacios, Casonas, viviendas rurales, iglesias, ermitas, humilladeros, sendas y caminos, que ofrecen, sin lugar a dudas, una de las mayores posibilidades de disfrutar del sabor tradicional de la Cantabria rural y auténtica.

Hablar de Cabuérniga es también hablar de su rica gastronomía y de "el cocido montañés" por antonomasia. Si hay una comarca en Cantabria donde entre las preferencias de su gastronomía está el denominado cocido y los platos de carne de caza, esta es sin duda, la comarca de Cabuérniga y del río Saja.


 Para adquirir documentación de la comarca, es muy recomendable la visita al Centro de Interpretación del Parque Natural del Saja Besaya situado este al inicio del puerto de Palombera en la población de Saja.


Aquí podemos adquirir todo tipo de mapas y guías del parque, así como ver una filmación del parque en las distintas estaciones del año.

Tambien existe la posibilidad de concertar visitas guiadas por el parque. Tfn. 942 943 170 - 608 065 846  www.sajanansaenred.com

Aparcamiento. N-43º07'46'' W-4º17'48''
Este pasado día, aprovechando que estamos en pleno otoño y el cromatismo de los bosques comienza a presentar su mejor esplendor y belleza, aunque este año por la abundante humedad la caída de la hoja de los árboles está un poco retrasada, Senia y yo, decidimos darnos una vuelta, por el Valle de Cabuérniga y la Reserva Nacional del Saja, porque si en algún momento tenemos intención o deseo de disfrutar de la belleza del otoño en un bosque, el Saja, entre otros, es uno de los espacios naturales ineludibles.

El día estaba espléndido, con la mañana fresca y el sol radiante sobre nuestras cabezas, así que pusimos rumbo a la localidad cántabra de Cabezón de la Sal, para tomar el desvío a La Hoz de Santa Lucia, que es donde comienza el Valle de Cabuérniga. Cuando uno cruza la citada hoz y aparece en la parte sur de esta, lo primero que ve al fondo, como presidiendo el paisaje, es una espléndida panorámica del valle y sus colinas con el macizo de Peñasagra y de su pico más alto "el cornón" de 2047 mt. al fondo de este, pero lo que quizás más le sorprende a uno es el cambio de paisaje que comienza a notar conforme se va adentrando por el valle que aparece ante sus ojos, se da cuenta de inmediato que está en otra parte, los olores, los sonidos y los colores cambian de repente, uno nota que está en otra parte, está en el Valle de Cabuérniga, esa es la primera impresión que uno recibe, especialmente cuando por primera vez visita esta comarca.

Hoz de Santa Lucia. N-43º17'00'' W-4º14'08''.

Al inicio de la recta de Ruente y después de pasar el puente del rio Bayones, nos desviamos a la izquierda para darnos una vuelta hasta la campa y casa del monte de Ucieda, un lugar espléndido con una amplia área de recreo equipada en pleno bosque al lado del rio, donde si nos apetece, uno puede disfrutar a placer, y en compañía, de la preparación de una comida en el campo. Con gran sorpresa, el viajero que se acerca por la campa, descubre un bosque fascinante repleto de hayas y robles que nos introduce en pleno Parque Natural, dentro de la Reserva Nacional del Saja, una de las reservas cinegéticas más extensa de España.

Campa de Ucieda. N-43º14'07'' W-4º13'10''.


En Ucieda y al igual que la mayoría de los núcleos urbanos del valle de Cabuérniga, también cuenta con una importante manifestación de patrimonio arquitectónico rural, podemos visitar un encantador humilladero y diversas casonas con escudo.


Como nuestra intención no era la de pasar allí todo el día, nos dimos una vuelta y como ya estábamos en hora, ya que en nuestra salida no habíamos madrugado mucho, nos dirigimos a la localidad de Ruente con intención de "atizarnos" uno de los platos estrella de la comarca y yo diría también que de toda Cantabria "el cocido montañés", que aunque en toda Cabuérniga se come estupendamente en cualquier restaurante, en Ruente y en el familiar y casero restaurante "La Nogalea", en nuestra opinión, sin desmerecer al resto de locales de restauración, lo preparan como en ningún otros sitio.

Aparcamiento en Ruente. N-43º15'30'' W-4º16'04''.


Después de comer, como siempre estupendamente, en "La Nogalea", nos dimos un paseo por su bonito casco urbano hasta la famosa "Fuentona".


En Ruente, capital del municipio, podemos disfrutar de apreciables muestras de arquitectura civil, como la casa de la Nogalera, un humilladero del siglo XIX en la plaza del pueblo, así como un notable edificio rústico del siglo XV.


Además, podemos ver un atractivo puente de ocho ojos con arcos de medio punto, por donde circula el agua con gran vivacidad, creando en el entorno una estampa de indudable belleza. Merece la pena igualmente visitar, por lo fácil de su acceso "La Fuentona", una surgencia de agua natural a pocos metros del puente catalogada como punto de interés geológico. Todo ello en medio de un hermoso parque por el que merece la pena detenerse a pasear.


Proseguimos ruta hacia el interior del valle para desviarnos a la pequeña aldea de Lamiña, no sin antes detenernos, para hacer unas fotos de algunas de las casas solariegas de Barcenilla.


Lamiña es uno de esos puntos situados en una colina, desde donde se puede disfrutar de una espléndida panorámica del Valle de Cabuérniga con los montes de Saja y el macizo de Peña Sagra como telón de fondo, aparte de esto, en esta pequeña población hay una buena muestra de casonas de una arquitectura rural destacada.  Lamiña. N-43º14'00'' W-4º16'51''.


A los atractivos naturales, paisajísticos , en esta comarca se unen la conservación de las tradiciones y las formas de vida. El ganado tudanco permanece estabulado en los invernales, salvo en la temporada estival, que es conducido a los Puertos de Sejos. Al comienzo del otoño bajan los rebaños dando lugar a una fiesta, la "pasá" o desfile del ganado. El último sábado de Septiembre se celebra la "pasá" de Carmona, en la que el ganado desfila engalanado.


Continuamos disfrutando del día, de los pueblos y del extraordinario paisaje, que en este húmedo otoño nos ofrece la madre naturaleza, con este panorama nos detenemos en Sopeña, tierra natal del poeta de la Montaña Manuel Llano. En esta población es donde podemos ver una de las mayores manifestaciones de casonas señoriales de todo el valle.   Sopeña. N-43º13'49'' W-4º17'32''.


Continuamos ruta por las poblaciones de Valle, Terán, Selores hasta acercarnos a Bárcena Mayor.

Bárcena Mayor se encuentra al pie del río Argoza, primer afluente importante del Saja. Esta aldea es el caserío mejor conservado del municipio ( así como uno de los mejores de Cantabria ) y el ejemplo más singular y casi milagroso de lo que fueron nuestros pueblos serranos en otro tiempo. Fue posiblemente enclave visigodo y foramontano y por tanto, es uno de los pueblos más antiguos de Cantabria.


En este bonito pueblo, en la entrada del mismo los autocaravanistas disponemos de una amplia y espléndida explanada-aparcamiento asfaltada donde con la discreción y el correcto comportamiento correspondiente podemos pernoctar, es un verdadero placer dormir con una autocaravana en Bárcena Mayor.

Aparcamiento. N-43º08'48'' W-4º11'48''.



Como la luz del día ya comenzaba a extinguirse y el sol de atardecer estaba bajando al horizonte y en estos valles mucho primero, sin perder más tiempo, para disfrutar de los últimos rayos de luz nos dirigimos al alto de Palombera y el monte de Saja.


El parque natural de Saja abarca un total de 24.500 hectáreas de las que una cuarta parte están cubiertas por especies como el haya y el roble, constituye uno de los parajes más fértiles en fauna y flora del territorio nacional. Tiene una estrecha vinculación con la Reserva Nacional del Saja, dentro de cuya superficie ( 180.186 hectáreas ) se ubica. El motivo por el que se creó el parque natural obedece a la necesidad de preservar sus innumerables valores naturales, geomorfológicos, botánicos, faunísticos y paisajísticos.

Cascada del "pozo del amo". N-43º06'37'' W-4º17'30''.


La verdad es que en cualquier época del año es un auténtico placer circular y detenerse en los múltiples miradores, que nos ofrece el recorrido de la carretera que une Cabezón de la Sal y Reinosa, especialmente en otoño por el puerto de Palombera, el intenso verde de algunos prados, el abundante colorido de sus hayedos y las cascadas de agua que se deslizan por sus vaguadas, a todas luces es una maravilla de disfrute y belleza. Alto de Palombera (1260mt). N-43º03'49'' W-4º13'57''.


Como ya la noche se nos venía encima, en el alto de Palombera terminamos esta jornada, en la que hemos disfrutado de buenos y agradables momentos y regresamos a nuestro querido hogar de Santander. Desde el alto tenemos la opción de continuar hasta Reinosa o por el contrario regresar al punto de partida, Cabezón de la Sal.

Para ver más imagenes  Pinchar aquí

Pedro Ansorena y Senia Bonaechea.

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