Como he comentado antes, desde el propio salón de actos de la Dgt comenzaron los despropósitos de la nueva directiva de la Plataforma.
El nuevo tesorero Rafa Basterrechea, al recibir la documentación de la contabilidad del anterior tesorero, Juan Carlos Pulito, al revisar esta, parece que encontró presuntas irregularidades en ella, por lo cual y con la intención de abrir una auditoría, puso en conocimiento de la junta y del presidente esta situación.
El resultado parece ser que fue el lógico que se puede dar en una situación, donde la Jd entrante había incluido a un miembro de la anterior, cuando estos habían sido cuestionados por presunta malversación de fondos asociativos y otras maniobras, nombrándolo presidente, éste lógicamente al ver lo que al parecer pretendía el nuevo tesorero, según me ha comentado el propio tesorero, le dijo ¡alto! yo soy el presidente y no autorizo una cosa de esas, no se que esperaban que haría el presidente ante un caso de esos ¿para que se lo llevaron con ellos y encima lo hacen presidente?, nunca lo entenderé.
El caso es que al parecer el tesorero no encontró apoyo que secundase su propuesta en la mayoría de sus compañeros de junta y este ante la presuntas irregularidades que presentaba la contabilidad de la PACA, no quiso cargar con esa responsabilidad y tomó la decisión de dimitir. Con la dimisión del tesorero, el presidente, es posible que de momento, salvó una situación comprometida para él y para sus compañeros de "correrías" de la Jd anterior y, posiblemente lo más importante para él, se quedó él con el control de "la bolsa" de la PACA.
En mi opinión el tesorero no tenía que haber dimitido nunca, creo que como responsable elegido en asamblea de la tesorería de la PACA, si encontró algunas presuntas irregularidades tenía que haber puesto la contabilidad en manos de un auditor.
El asunto es que la nueva Jd, desde el primer momento ya tenían problemas entre ellos, especialmente con el presidente y secretario, entre unos y otros y en el recién creado foro de la web de la PACA, arreciaron las críticas y el presidente no se le ocurrió otra cosa mejor, en un claro abuso de poder y arbitrariedad, por el art 33,que destituir y relevar en la Jd directiva a la vicepresidenta elegida en asamblea Ángeles Butragueño y así poco a poco ir cargándose uno a uno a toda la Jd elegida en la asamblea de Rivas Vaciamadrid y meter en ella a personas de su confianza y algunos de sus compañeros de "correrías", entre otras cosas, actos por los que al parecer hoy están demandados en un juzgado de Madrid. Claro, todo esto no se ha hecho en el más absoluto anonimato o silencio, no que va, esto se ha hecho público y constantemente en los medios que frecuentemente utiliza el autocaravanismo y lo que es más grave con la total pasividad de la mayoría de los socios de la PACA cuando no con su permisividad.
O sea que utilizando algunas de sus habituales pillerías, la persona que estos habían puesto al frente de la PACA, al parecer, para sustituirlo por otro en el mes de marzo, sirvió de "cortafuegos" para que las cuentas y actos de la anterior Jd, de la que él era miembro, no fueran investigados por una auditoria y el quedarse al frente de la PACA, no con las personas que habían sido elegidas en asamblea, sino con "sus amigos", o lo que es lo mismo, "les robó la cartera", ¿que esperaban de este elemento cuando lo metieron en la Jd?.
Ante estos hechos y otros que os he contado, lo curioso del caso, es que algunos hoy tenemos que asistir incrédulos y sorprendidos, a las constantes lecciones que algunos de los actores de este tipo de episodio y otros nos pretenden dar sobre el autocaravanismo y el asociacionismo de este, apañados estamos.
Pedro Ansorena.
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