viernes, 3 de octubre de 2025

✅ Otro tiempo, la misma jugada: las autocaravanas y el Reglamento General de Circulación.

Cuando la DGT (organismo dependiente del Ministerio del Interior) prepara una reforma del Reglamento General de Circulación (RGC), lo hace mediante un Proyecto de Real Decreto. 

Ese proyecto se somete a información y audiencia pública para recoger alegaciones de colectivos, asociaciones y ciudadanos. 

Pero esas alegaciones no son vinculantes. El Gobierno puede aceptarlas, modificarlas o simplemente ignorarlas.


✅El RGC de julio de 2025

El pasado 1 de julio de 2025 entró en vigor la última reforma del RGC. Para muchos autocaravanistas había motivos para la esperanza: el borrador inicial de esta reforma incluía dos cambios muy relevantes para nuestro colectivo.

El borrador de 2024 contemplaba:

  • La derogación del artículo 93.

  • La reforma del artículo 92, con "un guiño" hacia las autocaravanas.

Sin embargo, durante la tramitación y pese a las alegaciones presentadas (más de 1000), el Gobierno decidió no incorporarlas en la versión final. Por tanto, en el texto aprobado por Real Decreto el 1 de julio, esos cambios no aparecieron.


  Situación actual: el GT-53 y su “reactivación”

El Grupo de Trabajo 53 (GT-53 Autocaravanas) de la DGT se creó en 2006 tras la moción del Senado impulsada por Ana Chacón. Fue un espacio técnico con asociaciones, FEMP, fabricantes, etc., para definir criterios comunes. Tras presentar sus conclusiones, se dio por concluido y oficialmente quedó cerrado.

? Conclusiones del GT-53

Ahora, si la DGT convoca a algunas asociaciones o entidades (algunas participantes en su día) no parece tratarse de una reactivación formal (porque está extinguido), sino más bien de una mesa de trabajo ad hoc o “una reunion” sectorial, presentada bajo el mismo nombre, con el propósito quizás de preparar un posible nuevo Real Decreto específico sobre autocaravanas.

? Comunicado de ASEICAR

Esta maniobra puede entenderse como una forma de gestión política: primero se aprueba la reforma del RGC sin tocar los artículos polémicos (92 y 93), y en paralelo se abre una vía alternativa y específica para el régimen de las autocaravanas.

La participación institucional de FEMP, Medio Ambiente, etc., refuerza que esto es un proceso multidisciplinar, no solo de tráfico, lo cual aumenta la complejidad (y el riesgo de discrecionalidades o recortes). Esa es una de las situaciones que se presentan cuando se gestiona en un sistema de poder compartido.


✅¿Por qué esta aparente contradicción?

Porque parece que el Gobierno tenía prisa en sacar adelante la reforma global del RGC y no quería “atascarla” con un asunto complejo como el de las autocaravanas, que afecta a las competencias de los más de 8.000 ayuntamientos que regulan movilidad urbana en nuestro país.

Debemos entender que, con el aumento del parque móvil, la circulación y el aparcamiento en espacios urbanos presentan un problema difícil de abordar, en el que la FEMP (Federación Española de Municipios y Provincias) tiene mucho peso.

Ante esta situación, al no haber consenso suficiente, se dejó el tema fuera del RGC. Y ahora, para “compensar”, se intenta abordar el asunto de forma sectorial con un nuevo proyecto reglamentario específico.


 En conclusión:contradicción política

La decisión no es una contradicción en lo jurídico: la reforma del RGC es un Real Decreto aprobado con un contenido concreto, y aparte el Gobierno puede iniciar otro Real Decreto distinto sobre autocaravanas.
Sí es, en cambio, una contradicción en lo político: primero se excluyen las alegaciones autocaravanistas en la norma general y después se convoca a asociaciones en medio de un grupo sectorial para hablar de un nuevo marco regulador. Eso genera desconfianza y confusión en el colectivo.

 La misma dinámica, veinte años después

Lo que vivimos entonces se repite ahora: se nos convoca a una mesa, forzados por el mandato del Poder Legislativo,  se nos consulta, pero las decisiones reales siguen en manos de la DGT. Se nos muestra un borrador, se generan expectativas, y al final el resultado puede quedar reducido a un gesto simbólico o directamente desaparecer del texto definitivo.

Han pasado casi dos décadas desde aquellas reuniones del GT-53, pero la dinámica parece inalterable: consultar sin comprometerse, escuchar sin ceder y mantener siempre el control del resultado final.

La opacidad como constante

Más allá del contenido concreto de los borradores, hay un problema que se repite y que lo se porque lo he vivido en primera persona: la falta de transparencia en el modo de proceder de la DGT. Los grupos de trabajo, como el GT-53, se reúnen y generan expectativas, pero rara vez se hacen públicos los textos completos que se discuten o las actas de esas reuniones. El resultado es que las asociaciones salen con comunicados ambiguos, a veces incluso con errores o contradicciones, y los autocaravanistas de a pie quedan en la incertidumbre. Esa opacidad alimenta la desconfianza: no se sabe qué se negocia en qué términos, ni qué posibilidades reales hay de que lo hablado se traduzca en una norma efectiva. En definitiva, resulta evidente la falta de transparencia.



  Línea de tiempo del proceso actual

       1. Antes de 2025

  1. El RGC (Real Decreto 1428/2003) seguía vigente con sus artículos 92 y 93, que afectan de forma indirecta a las autocaravanas. El debate histórico: derogación del 93 y matización del 92.

  1. Borrador de la reforma del RGC (2024)

    Incluía derogación del 93 y nueva redacción del 92. Se abrió información pública con alegaciones de asociaciones y usuarios.

  2. No tenemos que olvidar que todo esté proceso parte de 4 iniciativas parlamentarias presentadas por los autocaravanistas y aprobadas en Las Cortes Generales. Porque si la DGT no hubiese recibido el mandato del Poder Legislativo, visto el recorrido que está dando, posiblemente no hubiesen abordado este proyecto que al parecer le resulta incómodo.

      3. Tramitación y aprobación (1             de julio de 2025)

          En la versión final aprobada:

  • No se derogó el 93.

  • No se modificó el 92.

  • Se incorporó la señal S-128 (estacionamiento de autocaravanas). 20 años después de su aprobación en la Moción del Senado del 2006.


  • El nuevo RGC entró en vigor sin recoger las peticiones del sector.

4. A los tres meses (30 de septiembre de 2025)
La DGT, bajo el nombre del extinto GT-53, convoca a entidades y asociaciones. Hablan de un nuevo Real Decreto específico para autocaravanas. No es un grupo oficial como en 2006, sino una
mesa consultiva ad hoc.


  Posible alcance de esta        maniobra

  1. Lo aprobado el 1 de julio es definitivo.
    El RGC ya está en vigor. Solo se podrá modificar mediante otro Real Decreto, y no de forma inmediata.

  2. El tema de las autocaravanas queda fuera del RGC.
    Se evita tocar los artículos 92 y 93 para no abrir conflictos competenciales. Se abre la vía de un reglamento específico separado.

  3. Estrategia de la DGT.
    Evitar bloqueos del RGC, rebajar la presión del colectivo con la promesa de un texto propio, pero sin plazos ni garantías.


✅ Posibilidades reales

  • Modificar de nuevo el RGC: difícil a corto plazo ( a no ser que se presente una situación de urgencia, cada reforma suele abordarse casa diez años o más).

  • Un Real Decreto específico de autocaravanas: más probable, pero dependerá de la presión del sector y de la coordinación entre Interior y Movilidad. Puede tardar meses o años.


  Una historia que se repite

Personalmente esta situación no me resulta nueva. Después de trabajar junto con Ana María Chacón en la moción del Senado de 2006, formé parte durante un año del primer GT-53 Autocaravanas de la DGT. Allí trabajamos, entre otras coas, en un texto específico sobre autocaravanas que llegó a figurar en un borrador de reforma del RGC. Sin embargo, cuando el Reglamento entró en vigor, aquel texto desapareció.

? Documento del GT-53 sobre autocaravanas

La comparación con lo ocurrido ahora es inevitable: otro tiempo, la misma jugada. Se ilusiona al colectivo con un borrador y un diálogo abierto, se le hace trabajar, pero el resultado es siempre el mismo: el RGC se aprueba sin cambios de fondo.

? Una oportunidad perdida: la reforma del RGC


 Lo que aprendimos en el primer GT-53

Aquella experiencia dejó lecciones claras. En una de las reuniones, Ramón Ledesma Muñiz, Subdirector de Normativa y Recursos, nos advirtió que el RGC era “como un puzle: al tocar una pieza se podía venir todo abajo”.

Esa metáfora resume bien la resistencia de la DGT a modificar artículos clave como el 92 y el 93: temen que un cambio puntual desajuste el conjunto.

Por su parte, Anna Ferrer Jiménez, directora del Observatorio de Seguridad Vial, nos recordó: “vosotros estáis aquí como personas de consulta, no de decisión; las decisiones las tomamos nosotros que somos quienes tenemos la responsabilidad y las competencias”.

Estas frases retratan la filosofía que, casi veinte años después, sigue marcando la forma de actuar de la DGT.


✅ Las posibles motivaciones de la DGT

  1. Conflicto competencial. Regular de forma clara el estacionamiento y la pernocta de autocaravanas afecta a competencias municipales y autonómicas.

  2. Evitar bloqueos políticos. Incluir el tema podría retrasar o paralizar una reforma global.

  3. Mantener la discrecionalidad local. Sin norma estatal clara, cada municipio aplica su criterio.

  4. Ganar tiempo. Se ofrece un borrador con avances, luego se eliminan, y después se promete un reglamento futuro sin plazos.

En definitiva, parece una estrategia de inacción calculada: reconocer el problema en borradores, pero evitar plasmarlo en normas efectivas que limiten la autonomía de ayuntamientos y CCAA.


✅ Conclusión

La historia se repite: se consulta, se promete y se generan expectativas, pero al aprobarse el RGC, el texto desaparece. Después se abre un nuevo proceso con promesas de reglamento futuro.

Veinte años después seguimos en la misma dinámica: la DGT escucha, pero decide en solitario; abre mesas, pero mantiene la opacidad; genera expectativas, pero evita comprometerse. Todo queda en manos de una estrategia que prioriza la prudencia política sobre la seguridad jurídica del colectivo autocaravanista.

La experiencia y el bagaje de conocimiento adquirido durante más de 20 años demuestran, que para sacar adelante un proyecto tan complejo y con tantos intereses por el medio, el colectivo autocaravanista tendrá que mantener la presión y la unidad si quiere que este  no se quede en papel mojado o nos metan por el lugar  que no nos corresponde o no queremos.

Pedro Ansorena Antón.


No hay comentarios:

Publicar un comentario