martes, 30 de septiembre de 2025

✅ Carnet B hasta 4.250 kg: ¿avance o retroceso para el autocaravanismo?

✅ Una vieja aspiración que se hace realidad

El Parlamento Europeo y el Consejo han alcanzado un acuerdo para ampliar el límite de peso de los vehículos que pueden conducirse con el permiso B hasta los 4.250 kg.

Se trata de una reivindicación que lleva más de 20 años sobre la mesa, promovida principalmente por la FICC, los fabricantes y distribuidores de autocaravanas, e incluso por parte de algunos grupos de representación de los propios usuarios.

El motivo es claro: con un mayor peso autorizado, las autocaravanas pueden equiparse con más comodidades, depósitos mayores, baterías, electrodomésticos o incluso un diseño más robusto.

El sector empresarial celebra la medida porque abre la puerta a un mercado más variado y de mayor valor añadido. Muchos autocaravanistas también la ven como una ventaja: “más peso” equivale a más comodidad.

  ¿Qué establece la medida?

El acuerdo europeo fija que el permiso B permitirá conducir vehículos hasta 4.250 kg, siempre que el conductor supere una formación o examen adicional.

Los detalles concretos aún no se han definido, y cada Estado miembro tendrá que transponer la medida en su legislación. En España, asociaciones como ASEICAR ya anticipan que la aplicación no será inmediata y que podría retrasarse incluso hasta finales de esta década.

Sin embargo, en el panorama internacional de las redes del autocaravanismo no todo son alegrías sobre la medida: existen muchos pros y contras al respecto.

👉 Practical Motorhome: Carnet B hasta 4.250 kg, solo si son vehículos de cero emisiones

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👉 ASEICAR: Se confirma la ampliación del permiso de conducción de autocaravanas hasASEICARta 4.250 kg

Pros: más espacio y más posibilidades

Entre los argumentos a favor que se citan en la prensa y asociaciones del sector:

Mayor capacidad de carga útil: más agua, más baterías, más autonomía.

Comodidad y equipamiento: electrodomésticos, muebles, accesorios que hoy comprometen el límite de 3.500 kg y que, por exceso de peso, están dando bastantes problemas a la hora de superar las revisiones periódicas de las ITV.

Impulso al mercado: fabricantes y distribuidores pueden ofrecer modelos más completos y sofisticados.

Alineación con la transición energética: el mayor peso es especialmente útil para vehículos eléctricos o híbridos, penalizados por el peso de las baterías.

Menos necesidad de permisos superiores: muchos conductores evitan dar el salto al carnet C1.

  Contras: la movilidad en juego

Ahora bien, más allá de las ventajas, también hay que mirar la otra cara de la moneda:

Limitaciones urbanas: en la mayoría de las ciudades europeas, las restricciones de acceso y estacionamiento para vehículos de más de 3.500 kg son claras. Un aumento de peso significará menos movilidad y más barreras de entrada a zonas urbanas. Por lo tanto, una de las aspiraciones de los autocaravanistas —poder aparcar en espacios urbanos en igualdad de condiciones con el resto de vehículos de hasta 3.500 kg— se verá limitada.

Por otra parte, la velocidad en las carreteras o autovías también estará limitada a la de los vehículos superiores a 3.500 kg.

No todos los vehículos son aptos: muchos chasis y sistemas de frenado no admiten pasar de 3.500 a 4.250 kg sin costosas reformas a homologar, por lo que los actuales propietarios deberán cambiar de vehículo si quieren beneficiarse.

Infraestructuras limitadas: la actual red europea de parkings, áreas de servicio y campings no siempre está preparada para vehículos más pesados.

Mayor coste de adquisición y mantenimiento: el salto de categoría implica vehículos más caros y con componentes de mayor desgaste.

Aplicación desigual: aunque la UE apruebe la medida, en materia de movilidad, al no existir una normativa marco europea clara, cada país establecerá sus propias condiciones, lo que puede generar confusión.

Mi visión personal como autocaravanista experimentado

Muchos de los compañeros autocaravanistas están ilusionados con este cambio, y lo entiendo. Sin embargo, en mi forma de ver el autocaravanismo, para mí la movilidad es la clave: poder desplazarnos y estacionar con libertad en la proximidad de los lugares de destino, también en ámbitos urbanos.

Cambiar movilidad por comodidad me parece un mal negocio. Puede que tengamos más confort dentro del vehículo, pero estaremos más limitados fuera de él, en los lugares donde queremos viajar y pasar la noche.

Además, quienes ya tenemos vehículos homologados a 3.500 kg no siempre podremos acogernos a este aumento de peso sin afrontar costosas reformas, porque nuestro chasis o frenos no lo permiten. Para beneficiarse, quizá haya que comprar un nuevo vehículo, con el consiguiente gasto.

 Conclusión: ¿avance o retroceso?

La ampliación del permiso B hasta 4.250 kg es, sin duda, un logro histórico como oportunidad de negocio para la industria y una mejora en términos de comodidad para sus clientes. Pero desde el punto de vista del viaje y la movilidad, pienso que nos limita más de lo que nos ofrece.

Quizás la pregunta que deberíamos hacernos es:

¿Queremos más “casa” dentro de la autocaravana, aunque eso signifique menos acceso a los lugares que queremos visitar?

“¿Qué opinas tú? ¿Prefieres más comodidad o mantener la movilidad?”

✍️ Pedro Ansorena Antón.



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