El Roque del Conde, de 1000 Mts. de altitud sobre el nivel del mar, situado en Arona (Tenerife), con un significado geológico importante, es resto de un macizo enclavado en esta zona, que en el momento de su formación era muy semejante a los de Teno y Anaga.
Hoy, totalmente erosionado, queda como testigo del pasado, el Roque del Conde, un viejo cono volcánico de las primeras formaciones de la isla de Tenerife. Situado sobre la entrada a la Reserva Natural Especial de Barranco del Infierno, es un espacio natural con alto valor ecológico. La cima del Roque es una atalaya que nos permite contemplar buena parte del sur y suroeste de la isla.
Hoy, totalmente erosionado, queda como testigo del pasado, el Roque del Conde, un viejo cono volcánico de las primeras formaciones de la isla de Tenerife. Situado sobre la entrada a la Reserva Natural Especial de Barranco del Infierno, es un espacio natural con alto valor ecológico. La cima del Roque es una atalaya que nos permite contemplar buena parte del sur y suroeste de la isla.
El camino de Roque del Conde es un sendero agrícola, que servía de acceso a los diversos terrenos que se cultivaban en las laderas y meseta del Roque. El principal cultivo era el cereal, una actividad que queda representada por los numerosos bancales de la ladera, el caserío y las eras que hallamos en la base del Roque. Este camino conserva hoy buena parte del empedrado original, visible sobre todo al cruzar el Barranco del Rey y hasta llegar al collado de La Centinela. A partir de aquí se hace más estrecho y habrá que salvar una mayor pendiente para alcanzar la cima.
El sendero comienza en el municipio de Arona, concretamente en el barrio del Ventó, aunque nosotros hemos partido desde la plaza de Arona, al cual se accede por la carretera TF-511, subiendo a la izquierda por el Camino del Ventó con carteles de señalización, ruta a Ifonche y Roque del Conde.
El recorrido sigue por un camino de tierra compacta, que continúa por una vereda estrecha que cruza el barranco de Las Casas, entre poblaciones de tabaibas, verdes, lavándulas y magarzas y chumberas, hasta el barranco de Las Arenas.
El trayecto continúa entre tuneras y tabaibas, donde encontramos una bifurcación que nos señala por la izquierda "Roque del Conde" y llega al barranco del Rey, muy abrupto y de gran profundidad, situado en el límite entre los municipios de Arona y Adeje.
Justo a la entrada de este último barranco, el sendero desciende en zig - zag por un estrecho camino que conserva su empedrado original y en el que cabe destacar la existencia de grandes ejemplares de tabaibas y cardones hasta su cauce, donde se aprecia el contraste de colores entre el azul grisáceo de los cantos rodados, paredes de basalto y los tonos rojizos y amarillentos de los laterales.
Una vez atravesado el barranco del Rey se pierde el empedrado y comienza a divisarse unas espléndidas vistas panorámicas de las costas de Granadilla, San Miguel y Arona.
A la izquierda queda una casa tradicional prácticamente derruida bancales y heras abandonados. Pronto aparece el nuevo empedrado y el sendero se ensancha ascendiendo hacia el collado de La Centinela, donde se puede disfrutar de impresionantes vistas a ambos lados y hacia el sur.
En este punto empiezan a desaparecer tanto el empedrado como los bancales, y el sendero continúa por una estrecha vereda ascendente, muy pronunciada, en dirección oeste, entre muros de piedra y bancales invadidos por majestuosos ejemplares de tabaibas y cardones, bordeando la cima por un sendero en zig - zag en bastantes malas condiciones de conservación.
La cima del Roque del Conde presenta una orografía llana, a modo de mesa, donde se ven las marcas y separaciones de hileras de piedra, de una agricultura que, en el pasado, debió de ser muy importante para los habitantes de la zona.
Una vez llegamos a la mesa del Roque, tomamos un sendero marcado por la izquierda que bordea toda la cumbre, con espectaculares vistas hacia el oeste hasta llegar a un punto geodésico situado en lo más alto, dando vista al oeste.
Una vez llegamos a la mesa del Roque, tomamos un sendero marcado por la izquierda que bordea toda la cumbre, con espectaculares vistas hacia el oeste hasta llegar a un punto geodésico situado en lo más alto, dando vista al oeste.
La amplia cuenca visual permite contemplar desde Montaña Roja hasta los acantilados de Los Gigantes. En días claros es posible, incluso, divisar las Islas de El Hierro, La Gomera, La Palma y Gran Canaria.
Desde este punto y después de disfrutar de este maravilloso enclave y paisaje ya solo nos queda regresar por la misma ruta hasta la población de Arona.
Partida: desde la plaza de Arona.
Longitud: 4200m.(ida).
Altura mínima: 600m.
Altura máxima: 1000m.
Desnivel: 400m.
Dificultad: Media
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