domingo, 12 de diciembre de 2021

Reflexión sobre la instalación de áreas o puntos de servicio ecológicos para autocaravanas.

 En esta entrada deseo hacer  una reflexión sobre el derecho de aparcamiento de una autocaravana y las infraestructuras de apoyo que  las familias que viajamos en ellas necesitamos para desarrollar nuestra actividad viajera con normalidad, como las áreas de servicio o ecológicas para depositar los residuos de nuestros vehículos (vertidos de aguas o el inodoro y el llenado de nuestros depósitos) responsablemente.


Como una reflexión más y con el ánimo de que mis argumentos,  junto con otros ( si estas ideas o argumentos no han sido ya tenidos en cuenta) sirvan de ayuda, se me ocurre un pensamiento que deseo trasmitir, muy especial a aquellos compañeros o responsables asociativos, que mantienen entrevistas con algunos de nuestros administradores públicos, como un razonamiento más a la complicada labor que supone el tratar de convencer a estos en la demanda de creación de unos servicios, que sin duda, necesitamos para movernos por ahí, dentro de un uso responsable de nuestros vehículos.

Como comentaba en otra entrada y considerando que puesto que es el Estado quien homóloga para un fin concreto y cobra los impuestos de estos vehículos, creo que debería de ser este o las administraciones públicas correspondientes o competentes, quienes doten a lo largo del territorio que administran, de los suficientes puntos ecológicos o de servicio que necesitamos los autocaravanistas para un uso responsable, sean estos puntos de uso gratuito o de pago, como proceda. 

Esta idea me viene a la memoria, recordando que hace ya bastante tiempo, al principio de mi implicación en la reivindicación del autocaravanismo y recién creada la PACA, cuando me entrevistaba e intentaba convencer a algunos alcaldes o concejales de Cantabria, de la necesidad que teníamos que se creasen las áreas de autocaravanas y los temores o inseguridad que percibí en algunos de estos, ante la posible ilegalidad de lo que les estábamos proponiendo, (debemos de tener en cuenta que por aquel tiempo, año 2003, aún no se había aprobado la moción del Senado, ni tampoco se había conseguido crear ni una sola área en ningún municipio de nuestro país),  por lo tanto tampoco se disponía de ningún punto de referencia de la viabilidad de nuestras propuestas, sólo las que algunos veíamos, como modelo inicial, en nuestros viajes por Europa y que los alcaldes aún no percibían o acababan de ver. 

Ante esta nueva situación, no sólo tenían bastantes dudas de ello, sino también algunos  manifestaban, que con el dinero de sus administrados no podían hacer lo que querían, que tenían que dar cuentas de ello, ¿con que dinero o quien iba a pagar lo que les proponía, un servicio que también consideraban que era solo para muy pocos usuarios de sus municipios, que la mayoría que los iban a usar serían forasteros?,  entre otras, estas eran entonces algunas de sus dudas. 

Pues bien, entonces era así y estos temores quizás tenían algún fundamento, el caso es que con nuestros argumentos de aquella época, costaba mucho convencerlos. Pero lo cierto es que hoy y con el paso del tiempo la situación a mi modo de ver, es distinta. Gracias a una sociedad en constante cambio y que se mueve constantemente en busca de las necesidades que se nos presentan,  continuamos avanzando o progresando en nuestro largo camino. No hay duda, que con respecto a esto las cosas han cambiado y bastante. 

Me explico: resulta evidente que hemos entrado o estamos inmersos en plena era tecnológica en donde tratamos de utilizar las indudables ventajas que nos ofrecen estas, para aplicarlas, entre otras cosas, en la preservación del medioambiente o de la ecología, en la que nuestra sociedad  esta apostado fuertemente por una movilidad no contaminante y mas sostenible, con la aparición del vehículo eléctrico. Una innovación hacia un modelo de movilidad que, al igual que las autocaravanas, es indudable que necesita de unas infraestructuras de apoyo para poder realizar su actividad con normalidad, como son la instalación de los puntos de recarga de las baterías a lo largo y ancho de todo el territorio español y Europeo, sin ellos  está actividad de los vehículos eléctricos no tendría futuro, ya que no se podrían desplazar ni mover. 

Ahora bien, ¿a quien  o quienes les toca o les corresponde instalar esos puntos de recarga en las ciudades, pueblos o infraestructuras y servicios viales de nuestro país y quienes son los responsables de hacerlo y sufragar el coste con los impuestos de todos? Evidentemente,  a mi modo de ver, creo que igual que con los puntos de servicio de las autocaravanas,  es a nuestras administraciones públicas a quienes corresponde hacerlo, puesto que son estas quienes homologan  unos  vehículos que incorporan unas  instalaciones o condiciones diferentes a los de antaño, pensadas o diseñadas estos aprovechando la oportunidad que nos ofrecen las nuevas tecnologías, para un fin concreto, desplazar a las personas o viajar por el territorio y así tratar de mejorar la vida de los ciudadanos.

También estos puntos de servicio de carga de baterías o puntos ecológicos para autocaravanas, se pueden sufragar y amortizar sus costes de instalación, mantenimiento o consumo, mediante el pago del servicio por medio de tarjeta bancaria o nuestros propios teléfonos móviles, basta instalar la tecnología necesaria en los mismos. 

En mi opinión, hay tenemos los autocaravanistas un argumento de peso más, para convencer no sólo a nuestros administradores públicos, también a una ciudadanía que en algunos casos, no en todos, creo que por desconocimiento, prejuicios o envidia nos miran con recelo , quizás pensando en que todo lo queremos o lo utilizamos gratis, pues NO. Nosotros somos unos ciudadanos más, que con nuestras virtudes, defectos y obligaciones, como el resto, aportamos y colaboramos también con lo que podemos a nuestra sociedad y que al igual que otros, tenemos nuestras necesidades y derechos, los cuales reclamamos que se nos comprenda, se nos respete y se atiendan estos por  quienes les corresponde y tienen no sólo la competencia, si no la obligación de hacerlo. Saludos.

1 comentario:

Jeannette dijo...

El eterno problema de hacer ver a las municipalidades la importancia de la autocaravana en el negocio del turismo. Tenemos que insistir hasta conseguir esa ansiada infraestructura que garantice aventuras sin tropiezos.

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