El pasado día y como ya teníamos pevisto y pendiente, un grupo de amigos quedamos para hacer la ruta de las siete cañadas en el Parque nacional del Teide.
Con la mochila, el bastón, un buen bocadillo y botella de agua en ristre, tomamos la GUAGUA Nº 342 desde la estación de Los Cristianos, que parte a las 09,30 y que por un precio de 3,05 € por trayecto, te deja en el parador más o menos a las 11 de la mañana y te recoge a las cuatro de la tarde para regresar al punto de partida.
En el aparcamiento nos estaban esperando nuestro amigos canarios de Arafo, José Arcadio y su esposa Pilar, los que por esta vez y a pesar de ser de la isla de Tenerife, tuve el honor de hacer de guía, ya que ellos no conocían esta ruta, espero y deseo que por una vez que hago de guía en su tierra, la ruta haya sido de su satisfacción. La ruta es bastante asequible para cualquier persona que tenga unas condiciones físicas que le permitan caminar tranquilamente unas tres horas y unos 15 Km. por un terreno prácticamente llano por un buen camino y en una altitud sobre el nivel del mar de unos 2200 Mts.
El recorrido se inicia por la parte derecha junto al Parador Nacional de Las Cañadas del Teide, donde hay una caseta con personal de los gestores del parque nacional y donde uno se puede proveer de un buen mapa y de la información correspondiente sobre la zona. Iniciamos la ruta, con la presencia del pico del Teide expectante siempre ante nuestros ojos como testigo y guía de orientación en la ruta, en un circuito circular bien señalizado para regresar al punto de partida. Esta discurre por una pista y un sendero por una parte circular de la gran caldera del Teide.
Es una ruta muy frecuentada por los senderistas y la verdad, que es de una gran belleza y atractivo para las aspiraciones de cualquier persona que le guste caminar por un paisaje único y variado, es conmovedor caminar por la gran caldera, percibiendo la gran fuerza de la naturaleza con el resultado espectacular de la gran cantidad de materiales volcánicos depositados de forma caprichosa y espontánea dando relieves y formas increíbles a un paisaje lleno de una espontanea belleza . En la primera parte encontramos una gran variedad de materiales volcánicos entre los que destacan las formaciones areniscas con erosiones y formas espectaculares, rodeadas por una escasa pero progresiva colonización de plantas endémicas donde la presencia de la retama blanca, la margarita, el tajinastes y la violeta del Teide, son algunas de las especies más significativas.
Prosigue la ruta por una parte de formaciones de basalto con sus característica cristalización dando paso a formaciones geométricas espectaculares, para desvíanos hacia una zona donde abundan los materiales de piroclastros, oxidiana etc y donde aún se conservan algunas edificaciones y muros de asentamientos pastoriles de antes de la declaración de la zona como Parque Nacional.
Más adelante y conforme vamos cerrando el círculo de la ruta, en las proximidades de la estación inferior del teleférico del pico del Teide, sin cruzar la carretera, desde la proximidad del pico se presenta ante nuestros ojos un panorama fantastico formado por un colorido de ríos y coladas de lava procedentes de las ultimas erupciones del Teide.
Frente a la carretera de acceso al teleférico, sin cruzar esta, dejamos la pista que nos ha conducido hasta aquí, para continuar por la izquierda por un sendero señalizado y que discurre por un trazado quebradizo más o menos paralelo a la carretera en dirección al parador de las Cañadas. Inmediatamente cambiamos de paisaje, a nuestro alrededor se suceden los depósitos de abundantes cenizas de diferente coloración donde predomina la piedra pómez, con abundancia de pequeñas planicies donde abundan y progresan majestuosas retamas en forma de paraguas.
A las dos de la tarde y después de haber cubierto la mayor parte del recorrido, nos detuvimos al resguardo de unas formaciones de lava que nos protegían del frio viento que suele correr por estas alturas para darnos el merecido homenaje de comer, creo que el ya merecido bocadillo en compañía. Aparte del disfrute y la belleza del recorrido que nos ofrece cualquier ruta de senderismo, uno de los momentos más agradables de un senderista, suele ser el momento de saborear en medio del sendero una cosa tan simple como un bocadillo, contenga este lo que contenga, la tertulia que se suele formar por los participantes de una ruta entorno a este ritual y necesario momento, es una de las cosas que más une al grupo de personas que participan y uno de los momentos que más grato recuerdo nos dejan.
A las tres de la tarde terminamos el recorrido y después de tomar un delicioso café que te sabe a gloria en la terraza de la cafetería del parador dimos por terminada nuestra ruta.
Ya sabéis, si algún dia os acercáis por Las Cañadas del Teide en la isla de Tenerife, nuestra recomendación es que no dejéis de hacer esta atractiva ruta.
Para ver otras imagenes Pinchar aquí
Para más información visitar el siguiente enlace:
www.pateandotenerife.com
Pedro Ansorena y Senia Bonaechea.
Para más información visitar el siguiente enlace:
www.pateandotenerife.com
Pedro Ansorena y Senia Bonaechea.
2 comentarios:
Maravillosos paisajes. Me encanta hacer senderismo y esa ruta debe ser una delicia recorrerla. Quizás algún día...
Pues asi es ARO..... La ruta es muy bonita, como tantas que hay por estos parajes. Cuando quieras o puedas por aquí estamos para mostrarte estas bellezas.
Saludos.
Publicar un comentario