Continuando con el placer que produce el caminar por las múltiples rutas de senderismo, que te ofrece el archipiélago canario y en este caso la isla de Tenerife, el dia 22 de noviembre, rellené el formulario del inscripción en el aula de naturaleza del ayuntamiento de Arona, para participar en dos rutas de senderismo por la isla que ésta organiza para el mes de diciembre. denominadas "Senderismo de Navidad" programadas para los dias 4 y 11 del mes de diciembre.
La citada entidad a lo largo del año organiza un programa de diversas rutas guiadas por personal del Aula de la Naturaleza con un límite de asistencia de 25 personas por ruta, controlado por riguroso orden de inscripción, con lo cual en la primera ruta programada para el dia 4, me quedé fuera por poco, pero para la ruta del dia 11 por fin tuve la oportunidad de participar.
Ruta de senderismo, Vilaflor - Ifonche - Arona.
Distancia recorrida: 17,64 Km.
Altitud min: 464 metros, maxima:1617 metros.
Por la mañana a las 8, una pequeña guagua o autobús recoge a los participantes en el acceso al edificio de cultura de Los Cristianos (Arona) trasladándonos hasta la parte alta de Vilaflor (pueblo más alto de la Isla y uno de los más altos de España).
Despues de tomar un café en una cafetería restaurante de Vilaflor, iniciamos ruta a las 9, 30 de una mañana, donde se sentía el frio de altura de la pasada noche, con la presencia de algunas placas de hielo en el camino, perfecta y amablemente guiados por José Pedro Martin y Nicolás Trujillo, responsables de la ruta, donde Nicolás, amante de la fotografía y la naturaleza, desde el inicio, moviéndose por el escarpado y dificultoso terreno fuera del sendero, de una parte para la otra con pasión y entusiasmo, utilizando como trípode su curioso palo o bastón de apoyo, para fijar y apoyar su cámara, una modalidad que me llamó la atención y que demuestra la improvisación y el ingenio de recursos de quien la utilizaba.
Despues de tomar un café en una cafetería restaurante de Vilaflor, iniciamos ruta a las 9, 30 de una mañana, donde se sentía el frio de altura de la pasada noche, con la presencia de algunas placas de hielo en el camino, perfecta y amablemente guiados por José Pedro Martin y Nicolás Trujillo, responsables de la ruta, donde Nicolás, amante de la fotografía y la naturaleza, desde el inicio, moviéndose por el escarpado y dificultoso terreno fuera del sendero, de una parte para la otra con pasión y entusiasmo, utilizando como trípode su curioso palo o bastón de apoyo, para fijar y apoyar su cámara, una modalidad que me llamó la atención y que demuestra la improvisación y el ingenio de recursos de quien la utilizaba.
Nicolás, paso a paso y rincón por rincón, iba captando con su cámara los mejores ángulos y las mejores instantáneas, tanto de los participantes de la marcha, como de la impresionante naturaleza circundante que, poco a poco, se iba abriendo ante nuestros ojos.
Uno, que ya es un poco mayor pero que ha practicado el senderismo desde apenas los 13 años de edad, es consciente de los beneficios de esta modalidad de ocio. Es conocido por una mayoría que caminar es un ejercicio tan antiguo como la propia existencia del ser humano. De hecho, gran parte de los caminos que hoy transitamos como senderos ya fueron utilizados en su día por las antiguas civilizaciones como calzadas, cañadas reales o incluso caminos de peregrinación, y es que ya lo dijo el menor de los hermanos Machado: “Caminante no hay camino, se hace camino al andar”.
Como práctica deportiva, los orígenes del senderismo se remontan a la Francia de mediados del siglo XIX, época en la que empezaron a marcarse los primeros senderos. Esta costumbre rápidamente atravesó los Pirineos para llegar a España, aunque hubo que esperar hasta los años 70 para que las asociaciones de montañeros e instituciones públicas decidieran redescubrir y señalizar los más de 20.000 kilómetros de senderos existentes actualmente en nuestro país.
Durante decenios, el senderismo se consideró y se considera una actividad relacionada con el deporte de montaña, para terminar adquiriendo una identidad propia gracias a sus múltiples ventajas, entre las que destacan la posibilidad de ser practicado por todo tipo de personas, independientemente de su edad o condición física.
En los tiempos que corren, practicar el senderismo humaniza a la persona, si uno es un poco observador notará que uno se acerca un poco a los orígenes, cada paso o cada vuelta en el serpenteante y sinuoso sendero te traslada a otro tiempo, donde lo fundamental era la supervivencia,no importando el espacio donde esta se desarrollaba o si las personas tenían mas o menos dificultad para moverse por el territorio, la situación importante era si había recursos para estas o no.
En el recorrido por las laderas formadas por antiguos volcanes, donde la incipiente vegetación y arbórea, paso a paso, se van abriendo camino, en este momento y fruto de las recientes lluvias en un estado más que relevante y notable, rezumando belleza y frescor por todas partes. Durante la marcha hemos encontrado pequeños y notables torrentes de agua y una fisonomía de laderas y barrancos propios de un territorio volcánico como el que te ofrece la parte sur de la isla de Tenerife.
José Pedro, nos iba enseñando los vestigios de una vida y un legado informativo de los antiguos habitantes de la isla en busca de recursos. Los círculos en el terreno de antiguas carboneras, terrazas de cultivos y posibles heras de grano, asentados en un lugar donde el empinado terreno y el difícil acceso, no cabe duda que nos muestra y nos indica una vida y una lucha por la supervivencia muy dificultosa, diferente a la de los actuales pobladores y visitantes de la isla.
Con estas sensaciones llegamos a la pequeña aldea de Aroche y con ello a una vía asfaltada, donde hay un restaurante, que por los comentarios de los guías no se debe de comer mal, una de las especialidades recomendadas es el conejo encebollado, habrá que probarlo en otra ocasión ya que aún nos quedan casi dos horas de sendero y no es cosa de cargar demasiado "la mochila delantera".
Después de un descanso, proseguimos ruta, primero por una pista asfaltada hasta tomar un sendero panorámico, desde donde se divisa un gran espacio, tanto marítimo como isleño, en principio llano y cresteando entre antiguos conos volcánicos, para descender hasta un impresionante y bonito barranco entre cardones y tabaibas para finalmente llegar al núcleo urbano de Arona, sobre las cuatro de la tarde, donde nos esperaba la pequeña guagua para trasladarlos a las inmediaciones del centro cultural de Los Cristianos, donde nos había recogido por la mañana.
La impresión de la ruta ha sido muy buena, tanto por el amable y profesional comportamiento de los guías responsables, grandes conocedores de la zona, dando las indicaciones e información diversa sobre las bellezas de todo el recorrido, como la del resto de los participantes, donde durante toda la jornada y desde el principio concurrió un clima de simpatía amabilidad y entusiasmo por todo lo vivido.
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2 comentarios:
Solo unos pocos como ustedes pueden hacer esa vida, de todas formas por todo lo que has peleado por los autocaravanistas te lo mereces.
Un autocaravanista agradecido desde las canarias.
¡ Feliz Navidad!
Gracias por tus comentarios amigo.
FELIZ NAVIDAD.
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