✅Nuestra nueva forma de viajar;
Durante más de 25 años. Nuestros viajes en autocaravana nos han llevado por gran parte de Europa y más allá. Desde la jubilación, hemos preferido movernos fuera de los meses de julio y agosto: demasiada saturación en la ruta y en los lugares de visita, calor excesivo y, en definitiva, menos comodidad para disfrutar del viaje.
También hemos recorrido buena parte de España, prácticamente todas las regiones, aunque en trayectos más cortos. Sin embargo, ahora las circunstancias han cambiado. La edad, algunas patologías y la necesidad de atender consultas médicas nos hacen sentirnos un poco “atados” a casa. El espíritu viajero sigue vivo, pero el modo de viajar se ha transformado y es distinto.
✅El atractivo del norte en verano:
Este verano, condicionados también por las altas temperaturas que soporta gran parte de la meseta y del sur peninsular, hemos optado por salidas cercanas, principalmente por Cantabria y la vecina Asturias hasta los confines con Galicia. Y lo cierto es que ha sido un acierto: aquí el clima es privilegiado y las poblaciones, aunque ya conocidas, siempre sorprenden al volver. Naturaleza, playas, arquitectura rural, patrimonio artístico, tradiciones y una gastronomía envidiable hacen de cada parada un reencuentro agradable.
Sin embargo, la presencia de autocaravanas este verano en la cornisa cantábrica es espectacular. Nunca habíamos visto tantas. Esto, unido al incremento general del turismo en la zona, hace que en algunas localidades la situación resulte incómoda. Probablemente, el calor en el resto del país haya empujado a muchos a buscar refugio en el norte.
Lo curioso es que, aunque por cada autocaravana circulan cientos de coches, son precisamente estas las que llaman la atención y, a menudo, generan rechazo. Incluso se escuchan comentarios como “los autocaravanistas lo llevan todo en sus vehículos y no gastan nada”. Esa percepción de “estorbo” hacia las autocaravanas parece crecer cada día, aunque la constante presencia de autocaravanas no hace más que demostrar que es una buena parte de la sociedad quien elige está forma de disfrutar del tiempo libre y las vacaciones, por lo tanto con más de cien mil autocaravanas fabricadas y comercializadas en Europa cada año, con un montante económico de más de 7.000 millones de €, esto es imparable y lo que mejor podemos hacer, tanto la administración como la ciudadanía, es que en vez de ir contra la realidad y contra corriente, es organizarse.
La realidad también nos indica: que como cualquier viajero, comemos, repostamos, pagamos aparcamientos, visitamos museos o espectaculos y cuando nos apetece tomamos un helado . Y, más allá del manido típico del gasto económico o lo que nos gastamos, lo importante son los derechos y obligaciones que compartimos, y el valor que aportamos en convivencia, comunicación y conocimiento.
✅ Los problemas que persisten:
Uno de los aspectos más preocupantes sigue siendo la escasez de puntos ecológicos para vaciar y repostar depósitos. En toda la ruta de la costa cantábrica, desde Santander hasta Galicia, apenas encontramos media docena de lugares habilitados. Si pensamos en los miles de autocaravanas que circulan en verano o a lo largo del año, el resultado es evidente: colas de horas para realizar unos servicios básicos que deberían resolverse en minutos.
Sorprende esta carencia en un país que presume de vivir del turismo. Mientras se multiplican los puntos de recarga para coches eléctricos o incluso para teléfonos móviles, los puntos ecológicos para autocaravanas siguen siendo prácticamente inexistentes. Y sin embargo, también los autocaravanistas contribuimos con nuestros impuestos al sostenimiento de estas infraestructuras.
En cuanto a la pernocta o el aparcamiento, aunque existen dificultades, no resulta tan problemático: en zonas de playa como San Vicente de la Barquera y otros lugares se han habilitado fincas —de pago o gratuitas— donde se puede estar de día, y después trasladarse a una población cercana para pasar la noche. También hay municipios, como Potes, Colunga, La Isla o Foz, entre otros, que han habilitado espacios amplios para todo tipo de vehículos. Pero el verdadero cuello de botella sigue estando en los servicios.
La falta de visión de la administración provoca que muchos viajeros tengan que “buscarse la vida” para vaciar y repostar, con el riesgo que ello implica para el entorno. Y resulta contradictorio que, mientras se predica el respeto al medio ambiente, no se ofrezcan las herramientas básicas para hacerlo posible.
✅ La solución no está en poner más trabas:
Si de verdad queremos un turismo sostenible, la solución no está en poner más trabas a las autocaravanas, sino en saber adaptarse a los tiempos y dotar de infraestructuras adecuadas. Porque si nos organizamos y nos respetamos, en este mundo cabemos todos. Solo así se protegerá no solo a las personas y sus modos de entender la vida, también aquello que todos valoramos: nuestro entorno natural y cultural.
Además, no debemos olvidar que las administraciones públicas de nuestro país al igual que las del resto de Europa —especialmente las locales— están adheridas a la política marco europea de protección ambiental. Y no es solo un compromiso político: reciben fondos europeos para aplicarla. Por ello, crear y mantener puntos ecológicos de servicio para autocaravanas no es un capricho, sino una obligación derivada de esos compromisos europeos. Cumplirlo sería la mejor forma de alinear el discurso del turismo sostenible con la práctica diaria.
Pedro Ansorena Antón.
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