jueves, 9 de junio de 2022

Opinión y reflexiones sobre algunos derechos, obligaciones, beneficios y consecuencias de la practica del autocaravanismo.

Con frecuencia, tanto por parte de algunos autocaravanistas así como por algunos de  los responsables de los grupos de representación de éstos, asisto a la exposición o divulgación, que seguro que con la mejor intención, éstos resaltan de los beneficios materiales que la practica de ésta actividad deja en los lugares o municipios que éstos viajeros visitan o frecuentan.


 En  mi opinión, quizás ésta visión  está bien cuando no se dispone de otros argumentos mejores que la simple cuestión material. Pero sin embargo, ésta forma de ver las cosas , parece que anteponiendose a otras aportaciones o derechos más importantes que sin duda también ofrecemos y que creo deben de estar por encima de la simple cuestión material. Quizás los comentarios son hechos con la mejor intención, pero sin embargo y a mi modo de ver, me da la impresión que en algunos casos, o no disponemos de otros argumentos mejores o  son como justificación para que nos dejen aparcar con nuestros vehículos en los lugares que visitamos, cuando aparcar un vehículo  es un derecho innegable y quienes nos priven de él están actuando arbitrariamente con abuso de poder y lo más grave, saltándose la ley a la torera. 

Seamos respetuosos en los lugares que visitamos, pero gastemos dinero o nó, no debemos de tener complejo a la hora de utilizar nuestras autocaravanas y reclamar el derecho de aparcar nuestros vehículos al igual que los demás. Creo que debemos de tener las cosas  claras y  ser mas ambiciosos en nuestras reivindicaciones. 

A mi modo de ver o entender también éstas cosas, soy consciente que vivimos en una sociedad tremendamente material en donde parece que sin tener en cuenta otras cosas, casi todo se mide por el valor del dinero. Sin embargo,  creo que el dar ésta imagen de nuestra actividad es un tremendo error, cuando ésta si se mira bien y sin perjuicios aporta mucho más que el simple gasto en un comercio y el beneficio exclusivamente material solo  de quienes gestionan éstos, como lo es la inversión que representa la compra o alquiler de una autocaravana, los puestos de trabajo que éstas generan en  su fabricación o las materias primas y la tecnología de todo tipo que incorporan y se requiere en su fabricación o ensamblaje. Aparte de la distribución, mantenimiento o reparaciones, seguros, combustible, impuestos etc, etc. Solo con la valoración de éstos aspectos, netamente económicos, ya esta mas que justificada la aportación en ese aspecto, a la sociedad que las autocaravanas y su actividad realizan, sin necesidad de tener que justificar si gastamos tanto o cuanto, cuando visitamos algunos lugares. 

Pero sin embargo y después de todo lo descrito, quizás para poder tratar de valorar “los otros beneficios” que aportan la presencia de nuestras autocaravanas, en mi opinión, habría que retrotraerse en el tiempo al origen de la motivación por la que éstos vehículos, dentro del concepto de una sociedad evolutiva, fueron creados y homologados ¿por qué  y para qué? .  

El turismo de Autocaravana en España inicia su trayectoria como fenómeno significativo de "vacaciones al aire libre y en libertad" a comienzos de los años 90, en donde en el inicio de los años 2000 se creó La PACA, que se sepa,  el primer grupo de representación autocaravanista netamente reivindicativo.  Todo esto surgió, como la mayoría ya conocemos, muy por detrás de otros países europeos de nuestro entorno ( algunos de ellos como Italia ya disponían de grupos de representación en los años 70 del pasado siglo) en los que éste estilo de vida, demandado por la sociedad como alternativa vacacional y de ocio, ya está basada consolidado.  El paso de la tienda a la caravana y de ésta última a la autocaravana ha sido lógico e inevitable, y como consecuencia, en primer lugar, de la evolución de nuestra sociedad hacia un estilo de vida dominado por la tecnología, en busca de un aprovechamiento mejor del tiempo libre o las vacaciones.  

En segundo lugar, de la necesidad de viajar por ahí fuera de los lugares de origen o residenciales, en busca, entre otras cosas, de liberar las tensiones que se generan en lo cotidiano, cada vez mayores en un mundo o estilo de vida  más agobiado o exigente. Por último, del afán constante y humano de encontrar los medios más idóneos para dar nuevas perspectivas al tiempo libre y disponibilidad de éste en nuestro vivir diario, o lo qué es lo mismo y entre otras situaciones y usos, el ejemplo qué se crea cuando una familia autocaravanista que vive en Madrid u otras ciudades o poblaciones españolas, junto con sus niños, sobre las siete de la tarde, después de finalizar su semana laboral, tengan la necesidad de pasar el fin de semana en la playa, en un espacio natural, en una ciudad, en un pueblo o en un espacio recreativo. Encontrándose a su llegada éstos con el problema o el contrasentido, que aunque quieran acceder a los servicios de un camping, éstos establecimientos públicos o privados por sus horarios de acceso o temporalidad están cerrados, por lo tanto no nos sirven, aparte de la libre libertad de movimiento. 

Entre otras razones quizás por ello evoluciona y se crea una autocaravana, para salir de las ataduras del viaje que supone o nos ofrecen las servidumbres del turismo convencional, con la solución y respuesta del innegable derecho de aparcar correctamente nuestro vehículo, al igual que el resto, con la intención de pasar la noche, en un aparcamiento o espacio público legal, sin molestar a nadie cerca de los lugares de destino, en un vehículo autocaravana, que está creado y concebido expresamente para viajar habitando respetando el medio ambiente o los espacios qué frecuenta.

Algunos ya sabemos que entre otras, una de las razones que manifiestan o esgrimen en nuestra contra, no solo nuestros administradores públicos, también algunos ciudadanos o ávidos empresarios de camping, es el echo de que según su percepción de las cosas o el sentido del derecho de éstas, los vehículos autocaravanas les quitan los espacios de aparcamiento a los coches, sin tener en cuenta que como vehículos disponemos de los mismos derechos. También él de la masificación por parte de éstos vehículos en exclusivo, sin tener en cuenta el resto de vehículos y sus usuarios. También sobre el mantra de que algunos usuarios de las autocaravanas no respetan o se comportan mal en los espacios públicos. Pero como en todo en la vida, para ello nuestros administradores públicos disponen o están dotados de suficientes herramientas legales para reprimir los actos incivicos o cualquier falta de respeto a lo público y sus normas de convivencia, con la obligación que tienen de aplicar éstas y ejercer su autoridad. En cambio en algunas ocasiones éstos pasan de su deber facilitando con ello el desmadre, tomando después la decisión que toman algunos ayuntamientos u otras administraciones, pagando los justos por pecadores (la responsabilidad de cualquier acto Incívico  es siempre de quienes lo protagonizan y de quienes se lo permiten, no del resto de los ciudadanos) con la prohibición o simplemente la expulsión de todas las autocaravanas de los espacios que éstos mal administran y no así mismo a otros vehículos, sin tener en cuenta nuestros derechos. En vez de valorar la posibilidad de una regulación acorde con la ley y las necesidades de los ciudadanos, no solo para las autocaravanas, también para el resto de vehículos.

Con la aclaración de algunos conceptos de las motivaciones en la evolución y creación de la autocaravana y la problemática o la confusión que éstas generan a la hora de aparcar o pernoctar  en algunos lugares públicos Vamos a tratar, a mi modo de ver, de algunas de las cosas que éstas y las familias que viajan en ellas aportan y ofrecen a una sociedad, que quizás cegada o excesivamente mal educada en el aspecto económico y otras cosas, por encima de todo lo racional. Una sociedad y sus responsables administrativos o políticos, que parecen estar sumidos en la oscuridad, sin querer  ver los derechos y obligaciones que nos asisten a los ciudadanos en su generalidad, sin la adopción de medidas abusivas o discriminatorias, que en  el caso de las autocaravanas y sus ocupantes se hacen patentes, demostrado con ello una falta de conocimiento  y  una  ceguera alarmante, al no  ser capaces de ver mas adelante de su vista, de los beneficios de todo tipo qué fuera de lo simplemente material, éstas familias  aportan .  

Para tratar de valorar un poco ésta situación, comentar que en mi opinión, cada vez se percibe que es más necesario encontrarnos con la exigencia de transferir recursos turísticos sobre el territorio sin comprometer la integridad medioambiental de éste con estructuras y obras costosas, en algunos casos temporales o de incierto futuro. En cambio para  atraer y acoger al turismo itinerante de la autocaravana, unos viajeros  que aporta múltiples beneficios de todo tipo en los lugares que visitan,  no se necesita de grandes inversiones, basta con una superficie lo más discreta y tranquila posible para estacionar unos vehículos por un periodo limitado a 48 o 72 horas, en una ubicación lo más próximo posible a los lugares de interés o visita, o en su caso conectados con el trasporte público, con  unas normas de uso y una correcta señalización, con la dotación de un grifo y una reja que comunique con el alcantarillado público o un cubo para el deposito de residuos urbanos.  

Las familias que viajamos en autocaravana en una gran mayoría, somos itinerantes hoy aquí y mañana allí, no  somos viajeros o turistas de destinación, somos viajeros  de motivación. El primero se concentra, el segundo se descentra. El primero urbaniza, el segundo se integra tal como es, abriendo el gran abanico de posibilidades que tiene en el descubrimiento de lugares, tanto culturales como materiales, pasando del arte a la gastronomía, de las manifestaciones a la artesanía o de ésta al disfrute ordenado del territorio. Sí él turismo residencial entra en el territorio, lo diseña a su uso y abuso modificando éste, en cambio el turismo de movimiento, con una regulación y servicios adecuados a sus necesidades, gratuitos o de pago, como proceda, lo deja integro y se vuelve solidario con él. Es un turismo sostenible, una modalidad y estilo de vida que lleva desarrollo a las zonas que frecuenta, no alterando el equilibrio del lugar. Ante esas premisas, sin ninguna duda,  la autocaravana es posiblemente el mejor instrumento para poner en práctica esos valores. 

Es un turismo adaptado a todas las personas y lugares aunque estos no sean autosuficientes, porque en la extraordinaria flexibilidad de la autocaravana, por su autonomía y movilidad, se pude encontrar un aliado perfecto. Sus usuarios no se trata de viajeros  de bajo poder adquisitivo ya  que esta actividad de viaje es utilizada, cada vez más, por viajeros de distinto perfil o capacidad cultural y económica, viajeros que en sus días de ocio o los vacacionales, hacen  de ésta práctica la actividad principal del tiempo libre de muchas familias europeas, que encuentran en este estilo de vida una magnifica oportunidad para enriquecerse, tanto en el aspecto cultural, como el de relación, erradicando con ello viejos tópicos que contribuye a que cada vez la sociedad viva mejor y en armonía de intereses, por ello el autocaravanista no debe de tener fronteras. El turismo itinerante aporta bienestar, salud y equilibrio emocional a la población que lo realiza y riqueza cultural y social de todo tipo para los lugares que visita. El viajero itinerante es, probablemente, el modo de turismo que más posibilidades de ínter- actuación y de intercambio de ideas y culturas permite entre los ciudadanos de distintos países y sus diversas culturas, generando un gran potencial de cohesión entre  éstos.  

Por ultimo y después de lo anteriormente expuesto, comentar que las familias que viajan y habitan una autocaravana, tanto los niños como los adultos, aprenden a valorar la utilización de la energía y los recursos que se necesitan para la vida  diaria, sin derrochar o mal utilizar éstos. En una autocaravana la energía eléctrica (la mayoría producida en placas solares o el alternador del motor) o el gas, no sobra y se debe de utilizar con moderación o sentido de ahorro, por ello y entre otras cosas,  en una autocaravana es impensable mantener las luces encendidas u otros aparatos de consumo, cuando estos no son necesarios. Lo mismo sucede con otro de los bienes necesarios y escasos en una autocaravana, el agua. Resulta impensable asearse con un grifo permanentemente abierto o utilizar un exceso de gel o chanpu en la ducha, como mucha gente hace en sus casas cotidianamente, ya que los depósitos de aguas de las autocaravanas tienen una capacidad limitada y no siempre se está al alcance de éste bien tan preciado que nos dona la madre naturaleza. Simplemente, entre otras cosas, con el aprendizaje o valoración  y uso de éstos elementos racionalmente, por parte de los pequeños y mayores, usuarios de las autocaravanas, millones de familias en toda Europa y el aprendizaje o educación en esta cultura del ahorro en el uso de los recursos energéticos o naturales, una cultura que después trasladamos a nuestros hogares, los autocaravanista ya aportamos al medio ambiente y a la sociedad muchos mas valores , que la simple condición materialista de el gasto que realizamos en un establecimiento comercial o un restaurante. Una situación que por otra parte como ya he comentado y repito, el gasto no es ninguna obligación que tengamos que demostrar a nadie para que nos permitan  nuestro derecho de aparcar un vehículo, es una consecuencia.  

Espero y deseo que éstos conceptos que aquí expongo, les sirvan a los autocaravanistas y sus representantes, para si los ven oportunos, tener en cuenta  una visión mas de los otros valores   que aportamos a nuestra sociedad y nuestro medio ambiente, por encima de la simple situación material del gasto diario o cotidiano que realizamos en los lugares de destino o visita. 

Cordiales saludos.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Una vez más, absolutamente de acuerdo con todo lo descrito.

Nacho COSTOYA.

Anónimo dijo...

Un análisis de lo más acertado. Un saludo
Carmen N.

Anónimo dijo...

Fantástico y acertadísimo artículo, coincido plenamente con su modo de ver y vivir el autocaravanismo.
Sixto Bernal

Fdezmoya dijo...

Exposición o reflexión absolutamente acertada y muy conveniente para que todos a los que nos apasiona el viaje itinerante, lo tengamos en cuenta.

Anónimo dijo...

Completamente de acuerdo. Nos hace mucha falta que la mayoría de los usuarios del Autocaravanismo analicemos y pongamos en práctica estos conceptos que explicas. De momento estamos trabajando para conseguir esa mayoría. Muchas gracias

Anónimo dijo...

Alivia leer el texto escrito por un persona con claridad de pensamiento.

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo.

Sergio Herreria dijo...

Suscribo todo lo que has redactado Pedro, no yo lo hubiese podido explicar mejor.

Sergio.

Angel Perez dijo...

Muy bien explicado.Gracias por tu gran trabajo...

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