jueves, 15 de agosto de 2019

De nuevo, cuando llega el verano, surge la polémica con el aparcamiento de las autocaravanas en Santander. 2º parte.

En agosto de 2017 publicaba en el blog una entrada sobre la misma situación que nos contempla ahora.


Por lo que veo y a pesar del tiempo trascurrido, la situación no ha cambiado y desgraciadamente continuamos igual.  El enlace de mi opinión publicado en la pagina de facebook, motivo alguna intervención en el mismo del entonces presidente de la asociación de autocaravanistas de Cantabria, asociación que al parecer había tratado con los responsables del ayuntamiento santanderino la creación del área de autocaravanas, defendiendo este la buena fe del ayuntamiento. Mi opinión entonces era, que siempre es de agradecer que el ayuntamiento haga algo, pero que mientras no quitasen las señales antiautocaravanas instaladas con muy mala intención y sin justificación, en practicamente todos los viales y aparcamientos de la ciudad , el ayuntamiento continuaria multando y limitando las autocaravanas en la ciudad de Santander, porque el área era insuficiente.

Conforme a lo vaticinado, la supuesta “buena fe” del ayuntamiento, después de hace ya dos años, esta motivando la polémica, por la escasez de plazas para el turismo de autocaravana que se acerca hasta Santander para tratar de disfrutar de las bellezas de esta magnifica ciudad del norte peninsular y las multas de este a los auutocaravanistas que aparcan por lalta de espacio en las inmediaciones del área de autocaravanas.

Pues bien, a día de hoy seguimos igual, demostrando lo que ya opine en su da, que los responsables del ayuntamiento, con la conservación de las señales de prohibición de 1,8 Tn,  a pesar de haber cambiado la ordenanza reguladora de estacionamiento de vehículos,  aun mantienen en la mayoría de los viales de la ciudad, NOS HA TOMADO EL PELO, a la asociación cántabra de autocaravanas que acordó en su día la creación del insuficiente área, así como a todos los autocaravanistas que se acercan por aquí.

https://www.eldiariomontanes.es/santander/igual-dice-buscar-20190814181632-nt.html#vca=modulos&vso=eldiariomontanes&vmc=lo-mas-leido&vli=santander

 Los responsables municipales (hoy siguen siendo los mismos que entonces) con esta actitud de arbitrariedad, demuestran una supuesta defensa de los intereses de los empresarios de camping´en contra  de los intereses legales de otros ciudadanos y eso se llama PREVARICACIÓN. En definitiva, con esta actitud los responsables municipales del ayuntamiento, no están dispuestos a que las autocaravanas visiten Santander si no van a los camping.

De todas formas, los primeros que tenemos que tener claro cuales son nuestros derechos y nuestras obligaciones y con ello defendernos de cualquier abuso de autoridad, somos los propios autocaravanistas, por lo que veo y leo por ahí por diversos medios, tristemente percibo que esto no es así. Da la sensación y  parece que para justificar nuestra presencia en cualquier pueblo o ciudad, tenemos que andar demostrando permanentemente lo que gastamos por ahí. Estimados compañeros autocaravanistas, deseo comentar que el gasto es una consecuencia de cualquier actividad, sea esta  turistica o lo que sea y viaje en el medio que viaje, no una obligación. Por encima de estos intereses, meramente económicos, esta el derecho a la movilidad como personas y el estacionamiento de nuestras autocaravanas como vehículos.

A ver si lo tenemos claro, si nosotros no recurrimos las multas que injustamente nos ponen ayuntamientos como el de Santander y otros, no lo va hacer nadie y la situación seguirá igual.

El problema de las señales antiautocaravanas de Santander, es un problema claro de abuso de poder y arbitrariedad en la colocación ilegal de las señales, no porque la señal sea ilegal, en mi opinión,  no lo es, ya que cualquier señal de prohibición, según el Reglamento de señales de la Ley de Seguridad vial RGC. Autoriza a poner un testo en la misma que indique el motivo de la prohibición ( en este caso el peso). El problema de ilegalidad reside en el echo que se prohíba la circulación o el estacionamiento de un vehículo de igual o inferior peso a 3,5 TN. en una vía publica o en un aparcamiento de esta, sin estar motivada esta medida, en mi opinión y en la de personas del aspecto jurídico de la DGT, hay  reside el problema de la ilegalidad en la colocación de la señal de prohibición, la prohibición por peso cuando no existe en la vía publica ni en los aparcamientos una situación física que lo justifique.

Para aclarar esto, comentar que las administraciones locales, en base a las competencias sobre la circulación y el estacionamiento de vehículos en sus espacios urbanos, que les confiere  la Ley de Seguridad Vial y el RGC, son responsables civiles y penales de lo que les pueda suceder a los vehículos y sus ocupantes, por su negligencia a la hora de señalizar correctamente las situaciones de riesgo existentes en la vías publicas, como por ejemplo, una situación de limite altura, ancho de la calzada, situación de dimensión por la curvatura de sus vías o limite de peso, al existir un paso o puente con una situación limitada de peso. Por lo tanto, los ayuntamientos están obligados a señalizar en el acceso de las vías publicas o en los aparcamientos, esta situación, pero nunca lo pueden hacer si la señalización de una incidencia no se corresponde con la realidad. La señalización de estas incidencias corresponde a las competencia del técnico de urbanismo competente que tienen los ayuntamientos a su disposición y que deberá justificar las mismas con un expediente técnico que justifique la colocación de las señales.

Por lo tanto, en vista de esta situación de abuso y flagrante arbitrariedad de los responsables municipales del ayuntamiento santanderino, recomiendo a los autocaravanistas, que en base a estos argumentos de derecho, si son multados por cualquier situación de estas que no están justificadas, recurran las multas poniéndose en contacto con los servicios jurídicos de gestión de multas de su compañía de seguros, o si no tuviesen contratado este servicio, con un abogado especialista en derecho administrativo.

Adoptando la postura de no recurrir las multas o no pisar una ciudad como la de Santander, que ofrece al turismo tantos atractivos, no solucionaremos nada, ya que otros ayuntamientos, siguiendo la estela del de Santander, por la presión de intereses como los camping, continuaran con la misma estrategia y así no podremos viajar libremente y con tranquilidad a ninguna parte. Saludos.

Pedro Ansorena.

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