domingo, 29 de abril de 2012

Los efectos del temporal "Petra" en la costa de Cantabria, el 23 de abril de 2012.

Cuando un temporal "barre" el mar y se acerca a las costas, los habitantes de las poblaciones costeras, aunque lo hayan vivido en otras ocasiones, siempre  se muestran expectantes ante las noticias, la curiosidad y a veces la inseguridad, que les ofrece lo que se avecina.

Esta es una de las situaciones que se viven en tierra firme, por las  múltiples situaciones de  riesgo que nos puede acarrear un temporal, por mucho que estas sean previsibles por las nuevas técnicas de la meteorología, a veces las consecuencias de estas son imprevisibles.

Sin embargo, la situación de riesgo que se vive en tierra, poco o nada tienen que ver con lo que se vive en el propio mar por los tripulantes de los barcos que faenan y surcan las aguas de mares y océanos. Por haber sido marino y haber tenido que soportar y superar algunos temporales, conozco muy bien la situación de desasosiego  que se vive a bordo de un barco, donde ante algunos temporales, la situación de alarma y riesgo pasa a ser extrema.

Por ello, cuando el otro día desde la tierra firme en Santander, veía los barcos aguantar y capear el temporal "Petra", que con su fuerza y virulencia, las olas se estrellaban contra las costas de Cantabria, mi pensamiento siempre estaba en las tripulaciones de los barcos que se encontraban en la zona.

Se suele hablar de la tormenta perfecta como aquella que resulta de la coincidencia de diversos fenómenos meteorológicos que de manera aislada no suponen peligro, pero no hay que engañarse, determinados factores juntos se pueden convertir en una catástrofe de grandes proporciones y para quienes se encuentran en el propio mar mucho más.

Normalmente cuando se producen este tipo de fenómenos los grandes buques quedan en el puerto y esperan a que amaine el temporal, pero a veces los cambios en las condiciones meteorológica son bruscos y las coincidencias en las rutas marítimas pillan desprevenidos a cualquiera que este navegando por allí. En otras ocasiones, en el mundo despiadado en el que vivimos, donde para algunos lo humano significa poco o casi nada, todo está condicionado por intereses materiales, la imprudencia de algunas empresas e incluso la irresponsabilidad de capitanes arriesgados, es la que lleva a que grandes barcos intenten navegar en aguas imposibles, poniendo en riesgo, no solo los propios buques, también a los tripulantes que viajan en ellos.

En el siguiente vídeo- foto que os muestro podéis ver unas tremendas imágenes de las olas rompiendo en la costa de Cantabria y varios barcos, incluido el Ferry que une Santander con Inglaterra, maniobrando en medio del temporal en la entrada de la bahía de Santander, con olas de más de 10 metros y fuertes vientos.

Pedro Ansorena.


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