viernes, 19 de diciembre de 2025

✅ Arona: cuando el problema no son las autocaravanas, sino la falta de gestión.

Las noticias sobre el aparcamiento —o el asentamiento— de autocaravanas en el municipio tinerfeño de Arona se suceden sin solución de continuidad.

A principios de este mes de diciembre publiqué en el blog un artículo en el que analizaba la situación del estacionamiento de autocaravanas en determinados puntos del municipio:

👉 Viaje uno por donde viaje, la presencia de autocaravanas… https://cosasdelautocaravanismo.blogspot.com/2025/12/viaje-uno-por-donde-viaje-la-presencia.html

En aquel artículo ya se advertía de que la falta de planificación municipal y de servicios básicos no solo no solucionaba el problema, sino que lo agravaba, generando situaciones de conflicto innecesarias y una percepción social distorsionada del autocaravanismo.

Lamentablemente, lejos de mejorar, la situación ha empeorado. Y lo que resulta aún más preocupante es que algunos medios de comunicación, no sé si por desconocimiento de la realidad del autocaravanismo o por intereses ajenos a la información rigurosa, están contribuyendo a distorsionar el problema y a señalar injustamente a un colectivo concreto.

 Titulares que criminalizan

En los últimos días hemos podido leer titulares en los que se generaliza y se estigmatiza a los usuarios de autocaravanas, confundiendo una cosa con la otra, con expresiones como “caravanistas”, “asentamientos chabolistas”, “delincuencia”, “insalubridad” o “alarma social”. Un lenguaje duro, simplificador y profundamente injusto.

Porque al igual que el resto de las decenas de miles de turistas que visitan el municipio, que  una minoría realice algún acto incívico, esa no es, ni de lejos, la realidad del autocaravanismo ni del uso que hacen la inmensa mayoría de las familias que viajan en autocaravana y estacionan en Arona. Equiparar la mera presencia de vehículos vivienda con delincuencia o chabolismo es un salto argumental que carece de base objetiva y que solo sirve para generar rechazo social. Aparte que los ayuntamientos disponen de suficientes herramientas legales para aplicando estas  tratar de regular y reprimir cualquier acto incívico o ilegal. Si  no  las aplican, por parte de éstos como debería de ser su obligación, se está cometiendo una clara enajenación de funciones.

Desconocimiento y confusión interesada

Es cierto que la presencia continuada de numerosas autocaravanas, a quien no conoce esta forma de viajar, puede llamar la atención. Pero generalizar confundiendo a todo el turismo itinerante sin tener en cuenta los derechos que asisten a éstos vehículos y sus ocupantes, contemplados en documentos como el RGC y la instrucción de tráfico PROT2023/14, con asentamientos marginales o inseguridad demuestra un profundo desconocimiento de la actividad.

Los autocaravanistas no son okupas, ni chabolistas, ni delincuentes. Son turistas que tienen una forma de viajar desplazandose con su vehículo vivienda, que también pagan impuestos igual o en mayor medida que los demás y consumen en destino, que respetan —en su inmensa mayoría— las normas ciudadanas o de tráfico y que simplemente necesitan espacios y servicios adecuados para desarrollar su actividad con normalidad.

La verdadera responsabilidad

Si en determinados puntos del municipio se producen concentraciones prolongadas de autocaravanas, la causa no está en los usuarios, sino en la ausencia de planificación, regulación y servicios por parte del Ayuntamientos como el  de Arona.

Cuando una administración:

  • no habilita ni ordena espacios de aparcamiento (sean éstos de pago o gratuitos) adecuados a éstos vehículos,

  • no ofrece servicios básicos (agua, vaciado, información),

  • no ordena el uso del espacio público,

  • y no aplica criterios claros y proporcionados,

lo que obtiene no es la desaparición del fenómeno, sino su desorden e inseguridad precisamente de estos viajeros y no de el resto de los ciudadanos de las poblaciones que visitan.

Cargar ahora la responsabilidad sobre los autocaravanistas es, además de injusto, una forma de eludir la propia responsabilidad política y de gestión municipal.

Un problema de gestión, no de dignidad

Convertir esta situación en un supuesto problema de “dignidad”, “seguridad” o “alarma social” es desviar el foco.

El problema real es la falta de una política municipal coherente hacia el turismo itinerante, una modalidad plenamente reconocida en toda Europa y cada vez más presente en toda España y también en Canarias.

Arona no necesita titulares sensacionalistas por parte de medios desinformados. Necesita planificación, diálogo, información veraz y soluciones técnicas sencillas que otros municipios a nivel internacional o nacional ya han aplicado con éxito.

  Conclusión

Criminalizar a un colectivo entero no resuelve ningún problema. Ignorar la realidad normativa y social del autocaravanismo tampoco.

Si el Ayuntamiento de Arona no crea las condiciones necesarias para que esta actividad se desarrolle de forma ordenada, seguirá habiendo conflictos, titulares exagerados y un deterioro innecesario de la convivencia.

Y entonces, una vez más, se estará señalando al síntoma en lugar de abordar la causa.

Pedro Ansorena Antón. 


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