Cada vez que comienza un nuevo año, millones de personas de todos los rincones del mundo se proponen cambiar algo en su vida o en sus hábitos.
Suena la última campanada y, casi atragantados con las uvas, se suceden las felicitaciones, los besos a la familia y los mensajes a los móviles de amigos y conocidos. Pero la mayoría también dedicamos unos minutos a pensar qué dejamos atrás y cómo será el año que nos espera.
Atrás quedan los buenos y los malos momentos, los excesos, los hábitos poco saludables y muchas reflexiones personales. En esta ocasión, algunos de los pensamientos que nos acompañan hacen que, para algunos, el año 2025 haya sido un año extraño.
Ha sido un año extraño, porque nuestros pensamientos también se dirigen a escenarios mucho más duros de lo habitual, como todo lo que se llevó por delante en nuestro país, en especial las vidas humanas, los desastres de la DANA o los terribles incendios. Destacando tambien los conflictos armados activos que actualmente hay en el mundo, como el que está ocurriendo en Ucrania o el tremendo genocidio de Gaza. Un genocidio injustificado, fruto de la sin razón, la ambicion desmedida y la falta de humanidad de algunas personas, ejecutado por el ejército israelí. Ejecutado ante los ojos de una sociedad que parece adormecida, inconsciente o pasiva ante esta masacre humana. Todo ello hace que, en medio de esta realidad, esta Navidad resulte especialmente extraña.
Aun así, situaciones como estas nos llevan a muchos a formular deseos para que comience un nuevo periodo en el que no ocurran más desgracias y de una vez por todas, cesen esas tremendas guerras. Sea como sea, deseamos un año repleto de buenos propósitos y, sobre todo, de buenas noticias.
En el año que dejamos atrás no todo han sido malas noticias. También ha habido algunas buenas que nos permiten mantener la esperanza en un futuro mejor. Destacar los importantes avances de la ciencia —nuestra gran esperanza de futuro— por encima incluso de la tecnología. Muy especialmente los avances en la ciencia médica, que, con una mayor disponibilidad de recursos, podrían llegar más lejos, evitando enfermedades, sufrimiento y salvar muchas vidas.
Al mismo tiempo, y aunque a algunos al parecer no les guste o no quieran verlo, esta España nuestra, en un contexto europeo complicado con ascenso de los extremismos negacionistas e intolerantes, está intentando dar pasos hacia una mejor convivencia, pasos que considero fundamentales para limar tensiones y asperezas, con la intención de caminar juntos hacia un Estado plurinacional que, en realidad, ya somos. La plurinacionalidad no es una concesión, sino una profundización democrática frente al proyecto centralizador y autoritario que nos propone el extremismo . Explicarla como garantía de convivencia, igualdad y estabilidad es clave para disputar el futuro político en España y en Europa.. Veremos en qué queda todo esto y si, a pesar de las dificultades, continuamos avanzando por ese camino.
También en este año que dejamos atrás, el blog cosas del autocaravanismo ha superado el millón de páginas vistas lo cual como creador y responsable me enorgullece de que el tiempo que le dedico le interesa a mucha gente y me hace muy feliz ¡ Gracias a todos!.
Como autocaravanista, veo que el colectivo poco a poco continúa dando pasos adelante en el reconocimiento social e institucional que necesitamos y se merece, creando algunas infraestructuras necesarias y el nacimiento de nuevos grupos de representación asociativa como el G3A, aunque personalmente echo en falta una federación que nos represente a todos a nivel nacional. Hagamos votos y esperemos que esté nuevo año el colectivo siga adelante y nos traiga la satisfacción de ver nacer una federación autocaravanista.
Por otra parte, entre los propósitos personales de futuro, algunos querrán cumplir algunos sueños, como dejar de fumar, otros bajar de peso, ahorrar dinero, hacer ese viaje soñado (si es posible, en autocaravana, je,je,je) o, sencillamente, disponer de la salud y la economía necesarias para seguir adelante de la mejor manera posible.
Estos entre otros, suelen ser algunos de los pensamientos, promesas y deseos que nos acompañan en los primeros minutos del nuevo año. Aunque, lamentablemente, la experiencia nos dice que una gran parte de los objetivos marcados para los siguientes doce meses se diluyen a los pocos días. Algunos, como la dieta, no llegan ni a Reyes, je,je,je.
El no conseguir algunos o todos estos deseos puede deberse, en parte, a las prisas del mundo acelerado en el que vivimos. Parece que todo lo queremos para ayer, y eso, evidentemente, no es posible. Las cosas, al igual que los deseos, necesitan tiempo, implementación y madurez para poder consolidarse.
Senia y yo, en nuestra particular forma de ver la vida, cuando afrontamos el reto de un nuevo año tenemos un deseo prioritario: que termine el horror de las guerras y que la sociedad, en general, pueda disponer de paz, trabajo y salud. Para nosotros, eso es lo más importante y, desde nuestro retiro invernal en la isla canaria de Tenerife, os lo deseamos de corazón a todos vosotros, con un especial agradecimiento a los amigos y visitantes del blog por seguir ahí.
¡Feliz año 2026! 🤗🎆🥂
Pedro Ansorena.

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