Aunque cada época del año, dependiendo de las condiciones climáticas, tiene sus setas, sin duda, el otoño y tras la llegada de las primeras lluvias es la época ideal para disfrutar de una buena jornada en el campo o en el bosque para la búsqueda y recolección de las setas y hongos.
No hay duda que el mundo de la micología tiene sus secretos y para disfrutar de ésta tratando de correr los menos riesgos posibles. Uno debe de seguir un código de conocimiento y conducta ya, que como en muchas otras cosas en la vida, en la micología a veces no todo es atractivo y disfrute. En primer lugar hay que tener siempre presente que las setas son especies vivas y por ello debemos de tener un comportamiento de respeto hacia ellas y el medio en el que se desenvuelven, también es necesario y hay que conocer si las que vemos son comestibles o no y sobre todo cuales son toxicas o venenosas.
Recolectar setas implica un riesgo, que en algunos casos puede resultar peligroso o fatal para nuestra integridad física. Resulta evidente que la mayoría de las especies no son tóxicas ni venenosas. Sin embargo en la mayoria de las intoxicaciones o envenenamiento por ingerir setas es por ignorancia o desconocimiento y no por error.
Quizás por ello, por su complejidad y por lo que representan las setas de desconocido para una buena parte de la población, despiertan en ésta tanta curiosidad e interés, lo cierto es que, por unas cosas o por otras, la micología resulta un tema muy popular que llega a sectores muy diversos, además del interés gastronómico, sin duda, es una actividad que también tiene una vertiente científica y de ocio.
La autocaravana es un medio ideal para al igual que otras actividades, que nos ofrece este medio viajero, darse una vuelta por ahí desplazándonos por algunos valles de Cantabria o de otras regiones y disfrutar del campo, el bosque o las setas y hongos. Cantabria, como otras regiones españolas, es tierra de praderas y bosques con un clima de humedad ideal para el desarrollo de las setas y los hongos. Distintos espacios de la comunidad cántabra como los valles de Soba, Valderredible, Campoo, Cabuérniga, Liébana etc. son muy apreciados por los micólogos o aficionados a las setas de todas partes, por ello y porque la recolección de setas en Cantabria aun no está restringida o vedada como en otras regiones de España, en los valles cántabros durante buena parte del año se pueden ver algunas personas que se dedican a disfrutar de la fotografía de las distintas especies, la recolección o simplemente la observación de estas.
Desde muy joven siempre me han interesado y han despertado en mi una gran atracción las setas y los hongos, especies de las que a través de los años, sin considerarme un experto, he asistido a diversas jornadas y cursos impartidos por sociedades micológicas, sociedades que cuentan con verdaderos expertos en la materia. Fruto de ello, he aprendido algunas cosas, entre ellas a reconocer algunas especies, algunas tóxicas, otras comestibles y otras sin valor culinario, por lo tanto siempre que tengo la oportunidad y el tiempo lo permite, por mi afición a la micología, me doy una vuelta por ahí con la intención de fotografiar, observar o recoger algunas especies que conozco o, ante la ausencia de estas, disfrutar también de la naturaleza, de las tradiciones, de la arquitectura, o de la rica gastronomía que nos ofrecen los pueblos que uno visita cuando decide darse una vuelta por ahí motivado por lo que sea.
A mi modo de ver, ir a recoger setas va más allá del placer de recolectar éstas o después disfrutar de la exquisita gastronomía que nos ofrecen, preparando un buen plato de cocina. El desplazarse por el campo o por el bosque, en función de la climatología estacional de la zona, adivinando o intuyendo cual es el mejor hábitat para poder dar con algunas especies, es conocer un poco más la naturaleza y sus secretos desarrollando la imaginación, a veces descubriendo lugares en plena naturaleza que nunca te habías imaginado que existiesen, el disfrutar en primavera o en otoño del color del paisaje, el clima, los olores, los ruidos etc, es suficiente atractivo o motivación para disfrutar de una buena jornada, aunque no logres ver o recoger ninguna especie. En cualquier caso, la recogida de setas es una forma de estar en contacto con la naturaleza.
Con esta sensación en el recuerdo de lo vivido en anteriores ocasiones, el otro dia, después de aparecer las esperadas lluvias que han venido a mitigar la temperatura del verano, aunque este año, de momento, en Cantabria no nos ha afectado mucho el cambio climático. La situación favorable de humedad "nos despertó el gusanillo" y nos decidimos a salir y dedicar toda una jornada en recorrer algunos bosques y praderas, unos conocidos y otros no, con la intención de divisar alguna seta y poder recolectarla o disfrutar de estas.
A pesar de las recientes lluvias, el terreno estaba aun bastante seco, por lo cual muchas de las habituales setas del otoño no habían hecho acto de presencia, pero como dice un buen amigo nuestro, "casi siempre que sales al campo, éste se muestra generoso y aunque solo sean unas nueces, castañas, moras o endrinas, algo cosechas", así fue, al final de la jornada recogimos las sufrientes setas para ser responsables con la naturaleza y no pasarnos con ésta. Senderillas, Macrolepiotas, Coprinos, Rusulas, Níscalos y algún Boletus, pasaron del campo a nuestra cesta, para después poder darnos el placer de cocinarlas y el habitual homenaje gastronómico, pero sobre todo disfrutamos de una buena jornada caminando por el bosque en contacto con la naturaleza. Saludos.
Pedro Ansorena y Senia Bonaechea.
2 comentarios:
Me encanta comerlas, pero no me atrevo a recolectarlas porque no sé distinguir las buenas de las malas. Preciosas las fotos.
Gracias ARO. Sí...conocer las setas es algo complicado, es bueno comenzar acudiendo a las charlas o exposiciones que promueven las organizaciones micológicas, leerte algunas de las publicaciones sobre setas como La Guía de Iberduero que es la que yo utilizo y me parece muy buena, lo mejor de todo, hacerse unos cuantos Km a pie por el campo y bosque en compañía de un buen setero, que conozca bien "el oficio", que es con quien más aprendes.
Aun así es complicado, ya que la setas y los hongos es increíble como cambian de color en función del hábitat o el clima, de todas formas, resulta imposible conocer todas las familias o especies ya que estas se cuentan por cientos de miles, pero una vez que sepas distinguir unas cuantas, estas te darán muchas satisfacciones y al fin y al cabo, la mejor, es pasar un buen dia en la naturaleza, aunque no recojas ninguna. Saludos.
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