martes, 28 de junio de 2011

La actuación y el comportamiento de los defensores de "las causas perdidas".

Desde hace ya algún tiempo vengo asistiendo a las actuaciones y maniobras de  una forma de comportamiento humano, al que voy a definir como el de "las causas perdidas", una forma de actuar practicada por una serie de personas, afortunadamente contados con los dedos de una mano y otros tantos despistados a los que estos  han adoctrinado y convertido tambien a "la causa", que contra todo razonamiento se comportan de una manera curiosa y que cada vez me sorprende más.

El perfil de este minoritario tipo de personas lo podemos encuadrar dentro de  comportamientos que se salen de lo común. Suelen ser personas  que por algún raro motivo han adquirido la "habilidad" de que cualquier cosa que tocan, esta se convierte en un elemento tan frágil como el cristal y sin mediar mucho espacio, al primer vaivén cae y salta por los aires.

También poseen otras habilidades, como la de ser unos verdaderos "artistas del teclado" y con la ayuda de éste y sus curiosas mentalidades, trasformar o interpretar por arte de magia, cualquier texto que caiga en sus manos, sea éste para bien o para mal, todo depende de por quien esté escrito, si este es adscrito a "la causa" y obedece a "la santa doctrina" impartida por ellos , ensalzarlo y darle el peloteo y proyección que según ellos se merece, incluso ponerle algún galón al autor posiblemente con la intención de que este se siga animando, o por el contrario, si este proviene de alguien que estos consideran un hereje para "la causa", tratar de demonizarlo o desprestigiarlo hasta el hastío.

Otra de sus raras "virtudes" es la de aprovechar la seguridad y protección que les da estar detrás del teclado, porque este tipo de personajes cara a cara nunca harán nada más que lo que ya sabemos que hacen, para lanzar todo tipo de improperios a diestro y siniestro, entre ellos a algunos  miembros de la administración que solo pretende ayudarnos, haciendo ver que ellos disponen de la verdad, la razón y el poder suficiente para hacer que esta claudique a los propósitos de "la causa" y sus excesos, pero eso sí, las raras veces que algunos de estos se han encontrado delante de ellos fuera del teclado y "verle las orejas al lobo" después del correspondiente peloteo, han bajado la cabeza, para después de dejar su impronta, terminar  protagonizando episodios dignos de una película del mejor Almodóvar.

El caso curioso es que esta gente y su "causa", a lo largo de unos cuantos años de peripecias por ahí, poco o nada tiene que ofrecer al autocaravanismo, eso sí, algunos tienen un historial de asustar. En sus notables excesos, entre otras cosas, son capaces de hartar al más pintao y lograr que con solo un escrito fuera de lugar o de contexto, si no es por la intervención de otros, se ha corrido el riesgo de parar la labor de meses o años de otras personas.

Otra de las raras "habilidades" que poseen es la tener un sentido de la dignidad o del honor, no muy común en el resto de las personas, éste, siempre ellos, lo acoplan en función de sus intereses personales, hoy dicen una cosa y mañana la contraria, hoy demonizan a unas personas y mañana a otras, hoy están en un lado y mañana en el otro, no mantienen un criterio estable o racional, eso les da igual, todo lo disponen en función de sus intereses personales, que no son otros que la de ser protagonistas y defensores de "las causas perdidas", pero lo más curioso es que a esa forma de falta de ética y de principios, algunos, le llaman evolución y progreso, hay que fastidiarse.

El caso curioso es que estas personas, quizás no siendo conscientes de la fatal "habilidad" que poseen, se creen los salvadores del autocaravanismo, entre otras cosas, actuando como verdaderos espadachines y salvadores del asociacionismo español de este, al que tanto daño han hecho y continúan haciendo, cuando precisamente son ellos y sus excesos los causantes de que algunas de estas asociaciones, a pesar de los pesares, no sean capaces de encontrar el camino. Algunas de estas personas han estado saltando de una parte para la otra, han promovido todo tipo de asociaciones y federaciones, ocupando diversos cargos o lanzando a otros por delante y que ellos puedan manejar a su antojo, como es habitual en ellos, hoy aquí y mañana allá, según como resulten las cosas en favor de "la causa", el caso es que  tienen que estar en la pomada y si no guerra al canto o  fundamos otra asociación, aunque esta solo sirva para estar ellos, no vaya a ser que se queden fuera.

Pero el colmo de todo esto es cuando dicen por ahí que buscan la unidad del colectivo autocaravanista asociado, siendo  conscientes como son, que algunas de las asociaciones nacionales han sido creadas precisamente con la motivación de estar algunos dentro y que mientras estos estén ahí y no dejen hacer a los demás, no hay nada que hacer. En fin que todo sea por "la causa".

Pedro Ansorena.

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