domingo, 5 de enero de 2025

Homenaje a un gran hombre y una gran persona a la que Santillana del Mar debe de recordar y estar agradecida.

 Desde este espacio de comunicación, deseo hacer un homenaje a Don Antonio Niceas Martínez. El Capellan de Las Clarisas o "del convento de las monjas de alante",  como popularmente se las llamaba en Santillana del Mar.  Transcribiendo una efemérides que el periódico cántabro "El diario montañés" publicó con motivo del 25 aniversario de su fallecimiento. Don Antonio, sin duda, fue una de las personas que en mi juventud quizas mas ha marcado, no solo mi vida, posiblemente la de muchos de los jóvenes de la época en Santillana del Mar, de la que siempre tendré en mi recuerdo.


Cualquiera que lea la efemerides que a continuación os pongo y haya conocido a "Don Antonio". En los comentarios de ésta, puede comprobar, no solo su destacada personalidad y calidad humana , sino, sus conocimientos y su implicación y  labor en favor de la comunidad, valores que sin dudar han marcado una época en Santillana.

Muchas gracias Don Antonio, que Dios lo tenga en La gloría.

Pedro Ansorena.


"Han transcurrido 25 años desde su prematuro fallecimiento -a los 58 años-, pero la figura y el legado del sacerdote Antonio Niceas Martínez Gutiérrez está muy presente en la memoria de quienes le conocieron y de quienes valoran su importante contribución a la salvaguarda de una gran parte del Patrimonio religioso de Cantabria. Antonio fue el impulsor del Museo Diocesano de Santillana del Mar, su primer director hasta 1980 y persona abierta que cultivó la amistad de personas de toda índole gracias a un gran talante.

Antonio había nacido en Reinosa el 23 de marzo de 1928. Hizo Estudios Primarios y Bachiller (1934-35) en el Colegio de San José de los Hermanos Menesianos de Reinosa. Cursó estudios universitarios en la Facultad de Ciencias (sección Químicas) de Valladolid, y en 1948 ingresó en el Seminario de San Jerónimo, de Burgos, donde inició sus estudios de Filosofía. En 1950 pasó al Seminario de Santa Catalina de Monte Corbán para estudiar Teología. En él fue ordenado sacerdote por el obispo Eguino y Trecu el 8 de diciembre de 1954. Su primer destino fue el de capellán mayor de las Religiosas Clarisas del Convento Regina Coeli, de Santillana del Mar (1955), cargo que desempeñó hasta su muerte, en la misma localidad, el 26 de mayo de 1986.

Concibió y realizó, desde 1960, como un auto sacramental, la Cabalgata de Reyes en Santillana, declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional y con la que consiguió aglutinar a la práctica totalidad del pueblo.

Esta vida religiosa dedicada a la comunidad de monjas, a los vecinos de Santillana y de su entorno, así como su función docente durante algunos años en la Escuela de Maestría de Torrelavega, fue complementada con una ingente labor de promoción, conservación y difusión del arte religioso de la diócesis.

El claustro, la semilla:

Cuando Antonio Niceas llegó a Santillana se encontró con el claustro del convento arruinado. Sus primeros esfuerzos se centraron en la restauración del edificio y para ello no escatimó esfuerzos: se movió por Madrid, contactó con Bellas Artes y recabó apoyos del Ministerio de Información y Turismo.

Su carácter emprendedor y espíritu inquieto, alcanzado el primer objetivo, le llevaron a buscar un fin para el convento Regina Coeli, ya que las monjas de clausura que hoy lo siguen ocupando apenas necesitaban una parte de sus dependencias.

Fruto de su contacto con Miguel Ángel García Guinea fue una exposición del Románico que se hizo allí en 1962. A partir de ese germen, de esa creciente sensibilidad hacia la Cultura, surgió la necesidad de realizar un inventario del Patrimonio religioso de la diócesis de Santander.

Otros factores más impulsaron a Antonio Niceas a dedicar su quehacer diario a esta misión. En 1957, asistió en Santo Toribio a una exposición de piezas religiosas que se pusieron a la venta para sufragar los gastos de la restauración del monasterio lebaniega. Eso le impresionó y no le gustó. Por otro lado, las normas del Concilio, partidarias de una mayor austeridad en los templos, llevaron a muchos párrocos a retirar de sus iglesias objetos litúrgicos, retablos secundarios y otras piezas que rápidamente encontraron en coleccionistas y anticuarios las 'aves de rapiña que a la caza del tesoro' no dudaban en protagonizar un expolio más consentido que legítimo.

Antonio Niceas puso en marcha un plan de recuperación de todo ese patrimonio disperso por las parroquias, mueble primero y bibliográfico y documental después, que fue la semilla del Museo Diocesano que se creó en 1967 y que se inauguró en 1969.

Asimismo, en 1971 creó el Taller Diocesano de Restauración y a partir de 1974, el Archivo Diocesano Documental y el Archivo Fotográfico, primer inventario artístico-religioso de la Diócesis de Santander
En 1975, el Ateneo de Santander le nombró «Personalidad Montañesa». No fue el único reconocimiento que su ingente y encomiable labor mereció.

Su falta de salud le impuso su renuncia a la dirección del Museo en 1980. Sufrió dos accidentes de carretera graves, a pesar de que no conducía a causa de sus problemas de visión, y tres infartos. Previamente, en 1974 conoció a un joven estudiante de Arte, Enrique Campuzano, que le apoyó en la recta final de su carrera profesional y que brillantemente ha continuado su trabajo al frente del Museo.
En el trato personal, quienes le conocieron hablan de Antonio Niceas, Toñón, como de «una persona muy agradable, graciosísimo, excelente anfitrión, de conversación amena y plagada de anécdotas e incluso chistes»".


Fuente de información:

 http://www.eldiariomontanes.es/v/20110610/cultura/sotileza/antonio-niceas-sacerdote-salvo-20110610.html

sábado, 14 de diciembre de 2024

¡ Feliz Navidad!

           ¡Feliz Navidad!


sábado, 30 de noviembre de 2024

El Ayuntamiento de San Sebastián emite una nota de prensa sobre el estacionamiento de las autocaravanas en la ciudad.

Menos mal que el trabajo realizado durante años por diversas personas y entidades en Las Cortes Generales y en otros departamentos ministeriales y del Estado, con la promulgación por quienes disponen de las competencial en materia de circulación y estacionamiento de vehículos,  de distintas instrucciones y otros documentos. Según nos han estado tambien dando la matraca  durante años " algunos defensores del autocaravanismo" , "que las instrucciones no son de obligado cumplimiento, que son papel mojado ,que no sirven para nada", que patatín, que patatan........ Menos mal, al Ayuntamiento de San Sebastián y a otros por lo que se ve, estos documentos si les sirven. máxime cuando según mi información en el primer semestre del 2025 se tiene previsto la reforma y actualización del R.G.C, en donde finalmente en su articulado se incluya parte de lo que hoy contienen, tanto la instrucción de tráfico 08/V-74 así como la ultima actualización de la PROT 2023/14.


https://www.donostia.eus/home.nsf/0/26177CC596C2DAC1C1258BDB0048ED94?OpenDocument&idioma=cas

domingo, 29 de septiembre de 2024

Disfrutar de un día de setas y hongos en Cantabria.

 Aunque  cada época del año, dependiendo de las condiciones climáticas, tiene sus setas, sin duda, el otoño y tras la llegada de las primeras lluvias es la época ideal para disfrutar de una buena jornada en el campo o en el bosque,  para la búsqueda y recolección de las setas y hongos.







 No hay duda que el mundo de la micología tiene sus secretos y para disfrutar de ésta tratando de correr los menos riesgos posibles.   Uno debe de seguir   un código de conocimiento y conducta ya, que como en muchas otras cosas en la vida, en la micología a veces no todo es atractivo y disfrute, hay otras cosas. En primer lugar hay que tener siempre presente que las setas son especies vivas y por ello debemos de tener un comportamiento de respeto hacia ellas y el medio en el que se desenvuelven, también es necesario y  hay que conocer si las que vemos  son comestibles o no y sobre todo cuales son toxicas o venenosas.




Recolectar setas implica un riesgo, que en algunos casos puede resultar peligroso o fatal para nuestra integridad física, aunque resulta evidente que la mayoría de las especies no son tóxicas ni venenosas. Sin embargo en la mayoría de las intoxicaciones o envenenamiento por ingerir setas es por ignorancia o desconocimiento y no por error. 

Quizás por ello, por su complejidad y por lo que representan las setas de desconocido para una buena parte de la población, despiertan en ésta tanta curiosidad e interés. Lo cierto es que, por unas cosas o por otras, la micología resulta un tema muy popular que llega a sectores muy diversos, además del interés gastronómico, sin duda, es una actividad que también  tiene una vertiente científica y de ocio.



La autocaravana es un medio ideal para al igual que otras actividades, que nos ofrece este medio viajero, darse una vuelta por ahí desplazándonos por algunos valles de Cantabria o de otras regiones y disfrutar, entre otras cosas, del campo, el bosque o las setas y hongos.  Cantabria, como otras regiones españolas, es tierra de praderas y bosques, con un clima de humedad  ideal para el desarrollo de las setas y los hongos. Distintos espacios  de la comunidad cántabra como los valles de Soba, Valderredible, Campoo, Cabuérniga, Liébana etc. son muy apreciados por los micólogos o aficionados a las setas de todas partes, por ello y porque la recolección de setas en Cantabria aun no está restringida o vedada como en otras regiones de España, en los valles cántabros durante buena parte del año se pueden ver algunas personas que se dedican a disfrutar de la fotografía de las distintas especies, la recolección o simplemente la observación de estas.



Desde muy joven siempre me han interesado y han despertado en mi una gran atracción las setas y los hongos, especies de las que a través de los años, sin considerarme un experto, he asistido a diversas jornadas y cursos impartidos por sociedades micológicas, sociedades que cuentan con verdaderos expertos en la materia. Fruto de ello, he aprendido algunas cosas, entre ellas a reconocer algunas especies, algunas tóxicas, otras comestibles y otras sin valor culinario, por lo tanto siempre que tengo la oportunidad y el tiempo lo permite, por mi afición a la micología, me doy una vuelta por ahí con la intención de fotografiar, observar o recoger algunas especies que conozco o, ante la ausencia de estas, disfrutar también de la naturaleza, de las tradiciones, de la arquitectura, o de la rica gastronomía que nos ofrecen los pueblos que uno visita cuando decide darse una vuelta por ahí motivado por lo que sea.



A mi modo de ver, ir a recoger setas va más allá del placer de recolectar éstas o después disfrutar de la exquisita gastronomía que nos ofrecen, preparando un buen plato de cocina. El desplazarse por el campo o por el bosque, en función de la climatología estacional de la zona, adivinando o intuyendo cual es el mejor hábitat para poder dar con algunas especies, es conocer un poco más la naturaleza y sus secretos desarrollando la imaginación, a veces descubriendo lugares en plena naturaleza que nunca te habías imaginado que existiesen, el disfrutar en primavera o en otoño del color del paisaje, el clima, los olores, los ruidos etc, es suficiente atractivo o motivación para disfrutar de una buena jornada, aunque no logres ver o recoger ninguna especie. En cualquier caso, la recogida de setas es una forma de estar en contacto con la naturaleza.



Con esta sensación en el recuerdo de lo vivido en anteriores ocasiones, el otro día, después de aparecer las esperadas lluvias que han venido a mitigar la temperatura del verano, aunque este año, de momento, en Cantabria no nos ha afectado mucho el cambio climático. La situación favorable de humedad "nos despertó el gusanillo" y nos decidimos a salir y dedicar toda una jornada en recorrer algunos bosques y praderas, unos conocidos y otros no, con la intención de divisar alguna seta y poder recolectarla o disfrutar de estas.



A pesar de las recientes lluvias, en la zona que visitamos el terreno estaba aun bastante seco, por lo cual muchas de las habituales setas del otoño no habían hecho acto de presencia, pero como dice un buen amigo nuestro, "casi siempre que sales al campo, éste se muestra generoso y aunque solo sean unas nueces, castañas, moras o endrinas, algo cosechas", así fue, al final de la jornada recogimos las sufrientes setas para ser responsables con la naturaleza y no pasarnos con ésta. Senderillas, Macrolepiotas, Coprinos, Rusulas, Níscalos y algún Boletus, pasaron del campo a nuestra cesta, para después poder darnos el placer de cocinarlas y el habitual homenaje gastronómico, pero sobre todo disfrutamos de una buena jornada caminando por el bosque en contacto con la naturaleza. Saludos.







Pedro Ansorena y Senia Bonaechea.