viernes, 3 de octubre de 2025

✅ Otro tiempo, la misma jugada: las autocaravanas y el Reglamento General de Circulación.

Cuando la DGT (organismo dependiente del Ministerio del Interior) prepara una reforma del Reglamento General de Circulación (RGC), lo hace mediante un Proyecto de Real Decreto. 

Ese proyecto se somete a información y audiencia pública para recoger alegaciones de colectivos, asociaciones y ciudadanos. 

Pero esas alegaciones no son vinculantes. El Gobierno puede aceptarlas, modificarlas o simplemente ignorarlas.


✅El RGC de julio de 2025

El pasado 1 de julio de 2025 entró en vigor la última reforma del RGC. Para muchos autocaravanistas había motivos para la esperanza: el borrador inicial de esta reforma incluía dos cambios muy relevantes para nuestro colectivo.

El borrador de 2024 contemplaba:

  • La derogación del artículo 93.

  • La reforma del artículo 92, con "un guiño" hacia las autocaravanas.

Sin embargo, durante la tramitación y pese a las alegaciones presentadas (más de 1000), el Gobierno decidió no incorporarlas en la versión final. Por tanto, en el texto aprobado por Real Decreto el 1 de julio, esos cambios no aparecieron.


  Situación actual: el GT-53 y su “reactivación”

El Grupo de Trabajo 53 (GT-53 Autocaravanas) de la DGT se creó en 2006 tras la moción del Senado impulsada por Ana Chacón. Fue un espacio técnico con asociaciones, FEMP, fabricantes, etc., para definir criterios comunes. Tras presentar sus conclusiones, se dio por concluido y oficialmente quedó cerrado.

? Conclusiones del GT-53

Ahora, si la DGT convoca a algunas asociaciones o entidades (algunas participantes en su día) no parece tratarse de una reactivación formal (porque está extinguido), sino más bien de una mesa de trabajo ad hoc o “una reunion” sectorial, presentada bajo el mismo nombre, con el propósito quizás de preparar un posible nuevo Real Decreto específico sobre autocaravanas.

? Comunicado de ASEICAR

Esta maniobra puede entenderse como una forma de gestión política: primero se aprueba la reforma del RGC sin tocar los artículos polémicos (92 y 93), y en paralelo se abre una vía alternativa y específica para el régimen de las autocaravanas.

La participación institucional de FEMP, Medio Ambiente, etc., refuerza que esto es un proceso multidisciplinar, no solo de tráfico, lo cual aumenta la complejidad (y el riesgo de discrecionalidades o recortes). Esa es una de las situaciones que se presentan cuando se gestiona en un sistema de poder compartido.


✅¿Por qué esta aparente contradicción?

Porque parece que el Gobierno tenía prisa en sacar adelante la reforma global del RGC y no quería “atascarla” con un asunto complejo como el de las autocaravanas, que afecta a las competencias de los más de 8.000 ayuntamientos que regulan movilidad urbana en nuestro país.

Debemos entender que, con el aumento del parque móvil, la circulación y el aparcamiento en espacios urbanos presentan un problema difícil de abordar, en el que la FEMP (Federación Española de Municipios y Provincias) tiene mucho peso.

Ante esta situación, al no haber consenso suficiente, se dejó el tema fuera del RGC. Y ahora, para “compensar”, se intenta abordar el asunto de forma sectorial con un nuevo proyecto reglamentario específico.


 En conclusión:contradicción política

La decisión no es una contradicción en lo jurídico: la reforma del RGC es un Real Decreto aprobado con un contenido concreto, y aparte el Gobierno puede iniciar otro Real Decreto distinto sobre autocaravanas.
Sí es, en cambio, una contradicción en lo político: primero se excluyen las alegaciones autocaravanistas en la norma general y después se convoca a asociaciones en medio de un grupo sectorial para hablar de un nuevo marco regulador. Eso genera desconfianza y confusión en el colectivo.

 La misma dinámica, veinte años después

Lo que vivimos entonces se repite ahora: se nos convoca a una mesa, forzados por el mandato del Poder Legislativo,  se nos consulta, pero las decisiones reales siguen en manos de la DGT. Se nos muestra un borrador, se generan expectativas, y al final el resultado puede quedar reducido a un gesto simbólico o directamente desaparecer del texto definitivo.

Han pasado casi dos décadas desde aquellas reuniones del GT-53, pero la dinámica parece inalterable: consultar sin comprometerse, escuchar sin ceder y mantener siempre el control del resultado final.

La opacidad como constante

Más allá del contenido concreto de los borradores, hay un problema que se repite y que lo se porque lo he vivido en primera persona: la falta de transparencia en el modo de proceder de la DGT. Los grupos de trabajo, como el GT-53, se reúnen y generan expectativas, pero rara vez se hacen públicos los textos completos que se discuten o las actas de esas reuniones. El resultado es que las asociaciones salen con comunicados ambiguos, a veces incluso con errores o contradicciones, y los autocaravanistas de a pie quedan en la incertidumbre. Esa opacidad alimenta la desconfianza: no se sabe qué se negocia en qué términos, ni qué posibilidades reales hay de que lo hablado se traduzca en una norma efectiva. En definitiva, resulta evidente la falta de transparencia.



  Línea de tiempo del proceso actual

       1. Antes de 2025

  1. El RGC (Real Decreto 1428/2003) seguía vigente con sus artículos 92 y 93, que afectan de forma indirecta a las autocaravanas. El debate histórico: derogación del 93 y matización del 92.

  1. Borrador de la reforma del RGC (2024)

    Incluía derogación del 93 y nueva redacción del 92. Se abrió información pública con alegaciones de asociaciones y usuarios.

  2. No tenemos que olvidar que todo esté proceso parte de 4 iniciativas parlamentarias presentadas por los autocaravanistas y aprobadas en Las Cortes Generales. Porque si la DGT no hubiese recibido el mandato del Poder Legislativo, visto el recorrido que está dando, posiblemente no hubiesen abordado este proyecto que al parecer le resulta incómodo.

      3. Tramitación y aprobación (1             de julio de 2025)

          En la versión final aprobada:

  • No se derogó el 93.

  • No se modificó el 92.

  • Se incorporó la señal S-128 (estacionamiento de autocaravanas). 20 años después de su aprobación en la Moción del Senado del 2006.


  • El nuevo RGC entró en vigor sin recoger las peticiones del sector.

4. A los tres meses (30 de septiembre de 2025)
La DGT, bajo el nombre del extinto GT-53, convoca a entidades y asociaciones. Hablan de un nuevo Real Decreto específico para autocaravanas. No es un grupo oficial como en 2006, sino una
mesa consultiva ad hoc.


  Posible alcance de esta        maniobra

  1. Lo aprobado el 1 de julio es definitivo.
    El RGC ya está en vigor. Solo se podrá modificar mediante otro Real Decreto, y no de forma inmediata.

  2. El tema de las autocaravanas queda fuera del RGC.
    Se evita tocar los artículos 92 y 93 para no abrir conflictos competenciales. Se abre la vía de un reglamento específico separado.

  3. Estrategia de la DGT.
    Evitar bloqueos del RGC, rebajar la presión del colectivo con la promesa de un texto propio, pero sin plazos ni garantías.


✅ Posibilidades reales

  • Modificar de nuevo el RGC: difícil a corto plazo ( a no ser que se presente una situación de urgencia, cada reforma suele abordarse casa diez años o más).

  • Un Real Decreto específico de autocaravanas: más probable, pero dependerá de la presión del sector y de la coordinación entre Interior y Movilidad. Puede tardar meses o años.


  Una historia que se repite

Personalmente esta situación no me resulta nueva. Después de trabajar junto con Ana María Chacón en la moción del Senado de 2006, formé parte durante un año del primer GT-53 Autocaravanas de la DGT. Allí trabajamos, entre otras coas, en un texto específico sobre autocaravanas que llegó a figurar en un borrador de reforma del RGC. Sin embargo, cuando el Reglamento entró en vigor, aquel texto desapareció.

? Documento del GT-53 sobre autocaravanas

La comparación con lo ocurrido ahora es inevitable: otro tiempo, la misma jugada. Se ilusiona al colectivo con un borrador y un diálogo abierto, se le hace trabajar, pero el resultado es siempre el mismo: el RGC se aprueba sin cambios de fondo.

? Una oportunidad perdida: la reforma del RGC


 Lo que aprendimos en el primer GT-53

Aquella experiencia dejó lecciones claras. En una de las reuniones, Ramón Ledesma Muñiz, Subdirector de Normativa y Recursos, nos advirtió que el RGC era “como un puzle: al tocar una pieza se podía venir todo abajo”.

Esa metáfora resume bien la resistencia de la DGT a modificar artículos clave como el 92 y el 93: temen que un cambio puntual desajuste el conjunto.

Por su parte, Anna Ferrer Jiménez, directora del Observatorio de Seguridad Vial, nos recordó: “vosotros estáis aquí como personas de consulta, no de decisión; las decisiones las tomamos nosotros que somos quienes tenemos la responsabilidad y las competencias”.

Estas frases retratan la filosofía que, casi veinte años después, sigue marcando la forma de actuar de la DGT.


✅ Las posibles motivaciones de la DGT

  1. Conflicto competencial. Regular de forma clara el estacionamiento y la pernocta de autocaravanas afecta a competencias municipales y autonómicas.

  2. Evitar bloqueos políticos. Incluir el tema podría retrasar o paralizar una reforma global.

  3. Mantener la discrecionalidad local. Sin norma estatal clara, cada municipio aplica su criterio.

  4. Ganar tiempo. Se ofrece un borrador con avances, luego se eliminan, y después se promete un reglamento futuro sin plazos.

En definitiva, parece una estrategia de inacción calculada: reconocer el problema en borradores, pero evitar plasmarlo en normas efectivas que limiten la autonomía de ayuntamientos y CCAA.


✅ Conclusión

La historia se repite: se consulta, se promete y se generan expectativas, pero al aprobarse el RGC, el texto desaparece. Después se abre un nuevo proceso con promesas de reglamento futuro.

Veinte años después seguimos en la misma dinámica: la DGT escucha, pero decide en solitario; abre mesas, pero mantiene la opacidad; genera expectativas, pero evita comprometerse. Todo queda en manos de una estrategia que prioriza la prudencia política sobre la seguridad jurídica del colectivo autocaravanista.

La experiencia y el bagaje de conocimiento adquirido durante más de 20 años demuestran, que para sacar adelante un proyecto tan complejo y con tantos intereses por el medio, el colectivo autocaravanista tendrá que mantener la presión y la unidad si quiere que este  no se quede en papel mojado o nos metan por el lugar  que no nos corresponde o no queremos.

Pedro Ansorena Antón.


martes, 30 de septiembre de 2025

✅ Carnet B hasta 4.250 kg: ¿avance o retroceso para el autocaravanismo?

✅ Una vieja aspiración que se hace realidad

El Parlamento Europeo y el Consejo han alcanzado un acuerdo para ampliar el límite de peso de los vehículos que pueden conducirse con el permiso B hasta los 4.250 kg.

Se trata de una reivindicación que lleva más de 20 años sobre la mesa, promovida principalmente por la FICC, los fabricantes y distribuidores de autocaravanas, e incluso por parte de algunos grupos de representación de los propios usuarios.

El motivo es claro: con un mayor peso autorizado, las autocaravanas pueden equiparse con más comodidades, depósitos mayores, baterías, electrodomésticos o incluso un diseño más robusto.

El sector empresarial celebra la medida porque abre la puerta a un mercado más variado y de mayor valor añadido. Muchos autocaravanistas también la ven como una ventaja: “más peso” equivale a más comodidad.

  ¿Qué establece la medida?

El acuerdo europeo fija que el permiso B permitirá conducir vehículos hasta 4.250 kg, siempre que el conductor supere una formación o examen adicional.

Los detalles concretos aún no se han definido, y cada Estado miembro tendrá que transponer la medida en su legislación. En España, asociaciones como ASEICAR ya anticipan que la aplicación no será inmediata y que podría retrasarse incluso hasta finales de esta década.

Sin embargo, en el panorama internacional de las redes del autocaravanismo no todo son alegrías sobre la medida: existen muchos pros y contras al respecto.

👉 Practical Motorhome: Carnet B hasta 4.250 kg, solo si son vehículos de cero emisiones

👉 CampingTrend: El permiso B hasta 4.250 kg, un paso más cerca

👉 Practical Motorhome: La UE permite ampliar el límite de peso del permiso B

👉 ASEICAR: Se confirma la ampliación del permiso de conducción de autocaravanas hasASEICARta 4.250 kg

Pros: más espacio y más posibilidades

Entre los argumentos a favor que se citan en la prensa y asociaciones del sector:

Mayor capacidad de carga útil: más agua, más baterías, más autonomía.

Comodidad y equipamiento: electrodomésticos, muebles, accesorios que hoy comprometen el límite de 3.500 kg y que, por exceso de peso, están dando bastantes problemas a la hora de superar las revisiones periódicas de las ITV.

Impulso al mercado: fabricantes y distribuidores pueden ofrecer modelos más completos y sofisticados.

Alineación con la transición energética: el mayor peso es especialmente útil para vehículos eléctricos o híbridos, penalizados por el peso de las baterías.

Menos necesidad de permisos superiores: muchos conductores evitan dar el salto al carnet C1.

  Contras: la movilidad en juego

Ahora bien, más allá de las ventajas, también hay que mirar la otra cara de la moneda:

Limitaciones urbanas: en la mayoría de las ciudades europeas, las restricciones de acceso y estacionamiento para vehículos de más de 3.500 kg son claras. Un aumento de peso significará menos movilidad y más barreras de entrada a zonas urbanas. Por lo tanto, una de las aspiraciones de los autocaravanistas —poder aparcar en espacios urbanos en igualdad de condiciones con el resto de vehículos de hasta 3.500 kg— se verá limitada.

Por otra parte, la velocidad en las carreteras o autovías también estará limitada a la de los vehículos superiores a 3.500 kg.

No todos los vehículos son aptos: muchos chasis y sistemas de frenado no admiten pasar de 3.500 a 4.250 kg sin costosas reformas a homologar, por lo que los actuales propietarios deberán cambiar de vehículo si quieren beneficiarse.

Infraestructuras limitadas: la actual red europea de parkings, áreas de servicio y campings no siempre está preparada para vehículos más pesados.

Mayor coste de adquisición y mantenimiento: el salto de categoría implica vehículos más caros y con componentes de mayor desgaste.

Aplicación desigual: aunque la UE apruebe la medida, en materia de movilidad, al no existir una normativa marco europea clara, cada país establecerá sus propias condiciones, lo que puede generar confusión.

Mi visión personal como autocaravanista experimentado

Muchos de los compañeros autocaravanistas están ilusionados con este cambio, y lo entiendo. Sin embargo, en mi forma de ver el autocaravanismo, para mí la movilidad es la clave: poder desplazarnos y estacionar con libertad en la proximidad de los lugares de destino, también en ámbitos urbanos.

Cambiar movilidad por comodidad me parece un mal negocio. Puede que tengamos más confort dentro del vehículo, pero estaremos más limitados fuera de él, en los lugares donde queremos viajar y pasar la noche.

Además, quienes ya tenemos vehículos homologados a 3.500 kg no siempre podremos acogernos a este aumento de peso sin afrontar costosas reformas, porque nuestro chasis o frenos no lo permiten. Para beneficiarse, quizá haya que comprar un nuevo vehículo, con el consiguiente gasto.

 Conclusión: ¿avance o retroceso?

La ampliación del permiso B hasta 4.250 kg es, sin duda, un logro histórico como oportunidad de negocio para la industria y una mejora en términos de comodidad para sus clientes. Pero desde el punto de vista del viaje y la movilidad, pienso que nos limita más de lo que nos ofrece.

Quizás la pregunta que deberíamos hacernos es:

¿Queremos más “casa” dentro de la autocaravana, aunque eso signifique menos acceso a los lugares que queremos visitar?

“¿Qué opinas tú? ¿Prefieres más comodidad o mantener la movilidad?”

✍️ Pedro Ansorena Antón.



sábado, 20 de septiembre de 2025

✅ Áreas de autocaravanas automatizadas, ¿opción u obligación?

El crecimiento del autocaravanismo trae consigo la necesidad de ampliar los servicios que acompañan a esta forma de viajar. En ello tienen cabida tanto las iniciativas públicas como las privadas, siempre que se planteen como una opción y nunca como una obligación.

En los últimos tiempos han proliferado áreas con acceso automatizado mediante barrera, reserva previa y pago online. Una modalidad que, en mi opinión, supone una limitación ya que muchos de nosotros cuando estamos viajando,  en función del viaje y lo que en este te encuentres en el camino, la mayoría de las veces no sabemos en dónde vamos a pasar la noche o donde vamos hacer los servicios. El problema creo que no reside tanto en el asunto económico del pago, el problema lo veo  en la imposición, la necesidad de reserva y el cierre. Por lo tanto, de alguna manera, este modelo nos devuelve al pasado. Quienes elegimos la autocaravana lo hicimos en gran parte para dejar atrás la rigidez de los recintos cerrados de camping, buscando una mayor libertad de movilidad.

El riesgo de convertir la opción en imposición

Algunos ayuntamientos, en su afán por externalizar servicios, están confiando la gestión de las áreas a empresas privadas. El problema surge cuando estas instalaciones se imponen como la única alternativa, acompañadas de la prohibición de aparcar autocaravanas en el resto del espacio urbano.

De este modo, lo que debería ser un servicio complementario y voluntario, se transforma en una obligación encubierta, que resta libertad al viajero y condiciona la esencia misma del autocaravanismo.

El sentido original del viaje en autocaravana

Para la mayoría de nosotros, viajar en autocaravana es practicar un turismo al aire libre, respetuoso con el medio ambiente y acorde con el origen de esta forma de viajar. Son vehículos equipados con tecnología de vanguardia que permiten una mejor gestión y ahorro de la energía, el agua y los residuos, una experiencia sostenible, donde el viaje en sí recupera protagonismo frente a la mera estancia en un lugar.

La movilidad convierte el turismo en algo dinámico: los destinos no son simples contenedores de turistas, sino escenarios vivos que se disfrutan viajando de un lugar a otro, en contacto directo con su entorno cultural y natural. Esa libertad de movimiento se ve comprometida cuando entran en juego reservas online obligatorias, horarios rígidos o áreas cerradas que recuerdan más al camping tradicional.

✅Un negocio en expansión

Resulta llamativo que incluso dentro del propio sector —autocaravanistas, fabricantes o distribuidores— haya quienes ven con buenos ojos estas iniciativas empresariales de áreas automatizadas, motivados solo por el lucro o por tratar de hacer negocio con los autocaravanistas. Sin duda, aún así la instalación de estos espacios puede ser útil, pero siempre desde la perspectiva de la libre elección del viajero.

Conclusión: opción sí, obligación nunca

Las áreas automatizadas con reserva previa pueden ser válidas para quienes quieran utilizarlas. El problema aparece cuando se convierten en la única posibilidad.

Si queremos garantizar un futuro mejor para el autocaravanismo, debemos reclamar:

Puntos ecológicos de carga y descarga, públicos o privados, gratuitos o de pago según proceda.

Aunque soy consciente que en algunos espacios de aparcamiento urbanos, no es posible, porque por el tamaño de nuestros vehiculos resulta complicado y dificulta el tráfico y la maniobra del resto de vehículos, siempre que esto no suceda, sí debemos de reclamar el derecho a aparcar nuestras autocaravanas en los destinos, en igualdad de condiciones con el resto de vehículos.

Áreas públicas o privadas concebidas como una opción complementaria, nunca como una imposición.

La esencia de la autocaravana es la libertad de movimiento, y esa libertad debe seguir siendo el eje central de nuestra forma de viajar.

✍️ Pedro Ansorena Antón.

domingo, 14 de septiembre de 2025

✅ El autocaravanismo en 2025: una reflexión sobre lo conseguido y lo pendiente.

Han pasado ya casi veinticinco años desde que, a comienzos de los años 2000, se iniciaron en España las primeras reivindicaciones autocaravanistas. 



Parece mentira, pero un cuarto de siglo después comprobamos que, aunque se han logrado avances importantes, muchos problemas siguen sin resolverse y han aparecido otros nuevos que en los inicios ni siquiera se imaginaban.

 Avances legislativos en España

En el plano normativo estatal, es justo reconocer que se han dado pasos significativos. La presentación y aprobación de cuatro iniciativas parlamentarias en las Cortes Generales, el trabajo realizado en el Grupo de Trabajo GT-53 Autocaravanas, y la publicación por parte de la DGT de dos instrucciones de tráfico y un manual de movilidad en autocaravana, han supuesto hitos que marcaron un antes y un después.

Estos instrumentos han colocado al autocaravanismo en el mapa legislativo, aportando un marco de referencia hasta entonces inexistente.

La realidad municipal: el gran obstáculo

Sin embargo, pese a esos avances en el plano legislativo, el desarrollo ejecutivo ha sido muy limitado. El principal problema radica en el ámbito municipal: muchos ayuntamientos han aprobado ordenanzas o medidas restrictivas contrarias a lo establecido en las Cortes Generales.

De este modo, ante tal desobediencia el mandato legislativo superior queda desvirtuado por el de inferior rango, generando inseguridad jurídica para los usuarios y evidenciando la dificultad de articular en España una política coherente debido al abuso del sistema de competencias compartidas.

Crecimiento del colectivo y nuevos retos

En los últimos años, el autocaravanismo ha crecido de forma espectacular. La incorporación de nuevos usuarios, ya sea mediante el alquiler o la compra, ha multiplicado la presencia de estos vehículos en nuestras carreteras y ciudades.

Este crecimiento, aparte de la creación de una red de infraestructuras o puntos de servicio, hace cada vez más necesaria una regulación clara y, sobre todo, una mayor información y educación en el uso responsable de nuestros vehiculos. Porque los ciudadanos no solo tenemos derechos, también obligaciones, y en ocasiones estas pesan más que aquellos. La convivencia exige que tanto usuarios como administraciones entiendan y hagan cumplir estas normas.

Las áreas de servicio: luces y sombras

Un indicador del progreso alcanzado (aunque aún insuficientes) es la creación de áreas de servicio y estancia. De no tener ninguna al inicio de los 2000, hemos pasado a contar en 2025 con más de 1.200 áreas en toda España.

No obstante, el crecimiento de estas infraestructuras también plantea problemas en el uso. Por un lado, ante la pasividad de algunos agentes encargados del orden público, éstas cada vez son más utilizadas por vehículos no homologados como vivienda —furgonetas o coches adaptados con un colchón—, que carecen de condiciones mínimas de habitabilidad y recurren al espacio exterior para suplirlas (aunque también algunos autocaravanistas le dan ese uso inadecuado). Este mal uso genera conflictos y proyecta una imagen negativa de los ciudadanos sobre todo el colectivo que nos perjudica.

Por otro lado, algunos ayuntamientos ante nuestra presencia con la creación de areas, aprovechan la existencia de estas  para restringir o prohibir el aparcamiento de autocaravanas en el resto del municipio, confinándonos a espacios que deberían ser una opción, no una obligación.

Mirando a Europa: la referencia italiana

En este camino no estamos solos. Otros países europeos han pasado, o están pasando, por situaciones similares. Entre ellos destaca Italia, cuya trayectoria sigo con especial interés. Ya que su sistema constitucional y administrativo es muy parecido al nuestro, con regiones, provincias y casi 8.000 ayuntamientos.

Sin embargo a diferencia de España los autocaravanistas italianos, aparte de una dilatada experiencia, cuentan con una representación nacional fuerte y consolidada a través de la ANCC (Associazione Nazionale Coordinamento Camperisti), que constituye un ejemplo en Europa. Han llegado incluso a conseguir la unica ley específica para el autocaravanismo en Europa, más tarde derogada y absorbida en el artículo 185 del Código de Circulación italiano que es en donde hoy está dando sus frutos, lo que no deja de ser un logro notable.

Por mi parte, reconozco que del trabajo y la experiencia de los compañeros italianos he aprendido mucho, primero a través del contacto directo con ellos y hoy gracias a su página web y la revista In Camper. Para quien desee profundizar, recomiendo la lectura de este documento orientativo: 

👉Qué hacer ante medidas anti-cámper en Italia (ANCC).

Conclusión: un asociacionismo adaptado a la altura de los tiempos

Después de más de dos décadas desde la creación de la primera área de autocaravanas en España, la constante evolución y situación actual exige un cambio de orientación en el trabajo reivindicativo. Los retos de hoy no son los mismos que los de los años iniciales, y el movimiento autocaravanista debe también evolucionar  adaptándose a una realidad social y normativa cambiante.

Lo que más echo en falta es una representación nacional fuerte y unida, como la que tienen en Italia. En España la falta de una idea común y una visión más amplia hace que el asociacionismo autocaravanista sigue siendo disperso y, a menudo, demasiado centrado en lo local o territorial.

Si queremos garantizar un desarrollo ordenado, sostenible y respetuoso de nuestra forma de viajar, necesitamos un asociacionismo renovado, que aprenda de Europa, exija el cumplimiento de lo ya legislado aquí y mire al futuro con ambición.

✍️ Pedro Ansorena Antón.