viernes, 11 de septiembre de 2015

Neuralgias.

“Tiene una bala alojada en la cabeza”. "He ahí una frase interesante del repertorio clínico. No se dice de nadie, en cambio, que tenga una idea alojada en la cabeza. Y eso que hay ideas que, como algunas balas, carecen de orificio de salida.

Conocí a un excombatiente con ese problema. Los médicos preferían no desalojarla porque les daba miedo tocar una zona sensible y dejarlo mudo o paralítico. El hombre se acostumbró a vivir con la bala como otros se acostumbran a vivir con la idea. A ratos tenía neuralgias, pero a ratos se le activaba misteriosamente también una zona del cerebro productora de euforia.

Con las ideas alojadas en la cabeza ocurre lo mismo. Al volverse obsesivas, como ese pariente que vino por unos días y se quedó en nuestra casa para siempre, nos hacen sufrir. No soportamos verlas pasear por el encéfalo en camiseta de tirantes. Pero lo cierto es que muchos días, al caer la tarde, da gusto sentarse con el primo lejano para beber una cerveza y ver la tele. Esa alternancia entre el odio y el apego se llama ambivalencia. Muchos españoles la han sufrido respecto a España porque la tenían alojada en la cabeza, y sin orificio de salida. España como obsesión, diríamos. Pero los españoles más interesantes podrían haber sido suecos o daneses con la misma falta de entusiasmo si la suerte lo hubiera dispuesto así.

Ahora algunos políticos catalanes hablan como si tuvieran alojada en la cabeza la idea de Cataluña. Vale, se puede vivir con una idea incrustada en el cerebro sin que toque ningún órgano vital. Pero no olvidemos que muchas de las neuralgias insufribles y las euforias absurdas que destruyen a los pueblos proceden de la existencia de ese cuerpo extraño (nada más extraño que la propia patria)".

Por Juan José Millás

Fuente de información:

http://elpais.com/elpais/2015/09/10/opinion/1441894028_131865.html

miércoles, 9 de septiembre de 2015

Disfrutar del espectáculo deportivo del ciclismo profesional viajando en una autocaravana.

Son ya varios los años que nos acercamos a disfrutar del ciclismo viajando con nuestra autocaravana. Este año 2015, en los primeros dias del mes de julio y de septiembre, nuevamente nos hemos acercado  al Tour de Francia  y la Vuelta a España  para vivir la sensación de una etapa de montaña.




Las etapas a las que hemos asistido este año han sido las de Plateau de Beille, en el Tour y la de Sotres, en La Vuelta. No hay duda que vivir una etapa de ciclismo viajando con la autocaravana resulta una sensación única, este medio de viaje posibilita una estancia con cierta comodidad durante unos dias en poblaciones, zonas rurales o puertos de montaña, disfrutando del entorno natural, cultural o humano que nos ofrecen los lugares. Además la autocaravana nos ofrece la posibilidad de poder acercarnos unos días antes de la celebración de las pruebas ciclistas, sin la necesidad de la complicada reserva de alojamiento, que especialmente en poblaciones pequeñas ya suele estar agotada desde varios meses antes.




En el Tour de Francia de ese año  hemos disfrutado, desde el dia 13 de julio, que partimos de Santander hasta el día 19 que regresamos, de la etapa 12 que se desarrolló en terreno de la cordillera pirenaico/ francesa entre la ciudad de Lannemezan  y la estación invernal de Plateau de Beille.


En esta ocasión viajamos, en compañía de mi cuñado y hermana. En la jornada del dia 14, dos días antes de la celebración de la etapa ciclista 12,  viajamos por todo el recorrido de la etapa, disfrutando de las poblaciones y puertos de montaña por los que "los esforzados de la ruta" tenían previsto competir.




La ruta del día de 195 Km resultó ser una maravilla de recorrido, viajando por paisajes y poblaciones tan singulares  como Saint Bertrand de Cominges  N-43º01'44'' E-0º34', el Col de Ported D' Aspet N-42º56'41'' E-0'51'14'', el col de La Core N-42º51'32'' E-1º06'18'', la bonita población pirenaica de Bidessos N-42º46'05'' E-1º30'03'' etc, para llegar al final de la tarde a la estación invernal de Plateau de Beille, estación alpina situada en la proximidad de Andorra N-42º43'35'' E-1º41'25''.




Durante todo el recorrido de la etapa y aunque aún faltaban 2 días para la celebración de la prueba ciclista, resultaba ya notable la presencia de aficionados en la ruta, un auténtico espectáculo ver la cantidad de vehículos, tiendas de campaña, autocaravanas, etc, que ya estaban ocupando los mejores sitios al pie de la ruta y en los aledaños, esperando a los ciclistas  y sus acompañantes, para disfrutar del espectáculo del Tour de Francia, que no en vano, por su atracción y seguimiento, por parte de millones de personas, algunas que se acercan desde diversas partes del planeta,  está catalogado como uno de los mayores espectáculos del Mundo. En Plateau de Beille, la presencia de las miles de autocaravanas, estacionadas en las proximidades de toda la carretera de acceso y en los campos de la estación invernal, resaltaba con su impresionante mosaico multicolor.




Llegó el dia 16, día de la llegada de los corredores, después de una mañana espléndida de sol, como si todos los maleficios se conjugasen en uno solo, a la hora de la llegada de los corredores se preparó una  tremenda tormenta de rayos, truenos y granizo, que hizo desaparecer despavoridos a los miles de aficionados, que habían esperado la llegada de los corredores durante horas pegados a las vallas de meta, en busca de protección. En medio de la tormenta y como un rayo más apareció el corredor español del equipo katusha, Joaquín Rodríguez, alias "Purito Rodríguez", al que por motivos de la  tormenta no pudimos ver en directo y aplaudir su llegada triunfal a la meta como ganador de etapa. En fin......a veces estas cosas son asi, pero lo que no nos pudo hurtar la tormenta fue el disfrutar de unos dias del espectáculo del paisaje de montaña y del ambiente ciclista que nos ofreció el Tour de Francia, una auténtica maravilla.





Las dos siguientes jornadas las pasamos acercándonos hasta la bonita ciudad medieval de Carcassonne, en la cual paseamos por sus concurridas calles entre murallas y pasamos la noche. Regresando hacia Santander con la visita también a la población marinera guipuzcoana de  Fuenterrabía, donde también pasamos la noche.


En el mes de Septiembre nos acercamos a la etapa 15 de La Vuelta a España, que se celebró el domingo dia 6, entre la población cántabra de Comillas y el alto de La Caballar, situado en la población asturiana de Sotres, en el concejo de Cabrales N-43º14'01'' W-4º44'37''.


Esta espectacular y bonita zona asturiana, por la proximidad a Cantabria, desde hace ya muchos años ya la conocíamos y la hemos recorrido en varias ocasiones practicando y disfrutando del senderismo, pero es igual, es una zona preciosa integrada dentro del Parque Nacional de los Picos de Europa, que siempre que nos acercamos por allí nos sorprende por su belleza, como si fuese la primera vez que la visitamos.Tras pasar la noche del viernes dia 4 en la población de Cabrales, en la mañana del sábado dia 5, a las 8 de la mañana nos desplazamos ascendiendo una parte del puerto hasta Sotres, a nuestra llegada el único aparcamiento que dispone la población ya lo encontramos lleno de coches y autocaravanas, aparcamos en un prado llano al lado del aparcamiento, espacio que sus propietarios, en vista de la llegada de La Vuelta, habían habilitado como aparcamiento ocasional  por el módico precio de 5€ para las autocaravanas y 3€ para los coches.


Sotres. Pueblo eminentemente ganadero y uno de los principales productores de Queso de Cabrales, en 1965, se abrió la carretera de acceso por la que se celebra la etapa y que también abrió a los habitantes a otras actividades económicas. En la segunda mitad del siglo XX llegó a contar con más de 500 habitantes, hasta que a principios de la década de los 80, cerraron las explotaciones mineras de Aliva en las que trabajaban gran parte de los habitantes, los cuales, la mayoría, abandonaron el pueblo para ir a trabajar a otras minas de la empresa, principalmente las situadas  en Cantabria. 
Esta situación sumado a la gran cantidad de jóvenes que en décadas anteriores habían emigrado a otros países europeos, así como a las principales ciudades asturianas, provocó un descenso y un envejecimiento de su población. Por ejemplo la escuela del pueblo pasó de los casi cuarenta alumnos en los ochenta, a los seis en 2006. Actualmente  el pueblo, al que por su poder publicitario La Vuelta le viene muy bien, parece que resurge y ha sufrido una notable trasformación de todo el núcleo urbano, al caminar por Sotres se percibe que la población  encamina su futuro y su economía hacia el turismo, están censados poco mas de 170 habitantes, que se dedican en su mayoría a la hostelería y a la ganadería, asociada con la producción de Queso de Cabrales.



La jornada del dia 5 la pasamos paseando por Sotres y su entorno, después del desayuno nos acercamos dando un paseo de unos 3 Km. caminando por la empinada carretera que da acceso al alto de La Caballar  situado a unos 1300 Mt de altitud. Durante el paseo hasta La Caballar, disfrutamos del espléndido paisaje de valles y montañas que nos ofrece la zona, pero también sentimos en nuestras piernas y cuerpo la fatiga, al caminar por la tremenda pendiente continuada de la carretera, que oscila entre un 21 y un 18 % de desnivel y que tenían que soportar los ciclistas al otro día, como final de una etapa de más de 200 Km de recorrido compitiendo con sus máquinas de dos ruedas, dando pedales por unas carreteras de la cornisa cantábrica en medio de un territorio sinuoso y pendiente para acercarse hasta aquí.


Cuando llegamos a lo alto de La Caballar, en una reducida campa ya estaban preparando el despliegue de medios imprescindibles y necesarios de meta para el final de la etapa que acompaña a La Vuelta. Después de la caminata descendimos al pueblo de Sotres, donde nos desquitamos del esfuerzo de la subida dándonos un homenaje gastronómico en el restaurante Casa Cipriano, restaurante, que os recomendamos para cuando os acerquéis por allí, en donde se sirve una buena fabada o un buen cabrito de la zona.




El dia 6 domingo amaneció un dia espléndido, a primeras horas de la mañana con el sol brillante en todo lo alto, la población de Sotres y todo el entorno de la carretera de acceso hasta el alto de La Caballar, como muestra de la presencia de los miles de personas que se habían acercado allí, ya presentaba el típico colorido de los aficionados, ocupando los espacios en los que podían ubicarse para esperar y disfrutar de la carrera ciclista y en la carretera el espectáculo de todo un rosario de corredores aficionados subiendo el puerto en bicicleta y caminado. Como consecuencia de toda esta presencia a las 10 de la mañana ya no podías comprar una barra de pan en toda la población. Nosotros de nuevo hacia el medio día, poco a poco, caminando nos acercamos hasta la proximidad de la meta en la que desde un alto en la proximidad de la carretera esperamos la llegada de los corredores.




De nuevo y como si nuestra presencia como espectadores de la carrera le diese suerte, sobre las seis de la tarde, en medio de un ambiente espectacular de animo a los ciclistas, se presentó ante nuestra vista "El Purito Rodríguez", que ganó una nueva etapa de ciclismo en una de las grandes vueltas. Entró en la meta seguido de todo un rosario de corredores, algunos dando tumbos de una parte a la otra de la carretera, como muestras de su notable agotamiento por el esfuerzo de la jornada.



El final de la etapa ciclista celebrada en la espectacular subida a Sotres, acompañada de un día soleado y precioso, nos ha hecho disfrutar a todos los asistentes de una jornada, que a buen seguro recordaremos durante mucho tiempo. Como curiosidad del final de la jornada, comentar, que a pesar de los medios de la vuelta presentes, los miles de aficionados, los ciclistas participantes y aficionados que habías hecho la subida durante la mañana, en menos de tres horas ya se había despejado la zona y no quedaba casi nadie. Nosotros pasamos la noche en Sotres y al otro día por la mañana, como teníamos un tiempo precioso, nos acercamos con la autocaravana por la carretera de La Caballar, hasta la población cántabra de Tresviso donde finaliza la carretera. N-43º15'21'' W-4º40'08''.




Por la tarde después de la comida regresamos a Santander satisfechos por haber tenido la fortuna de vivir y disfrutar de unas jornadas espléndidas de paisaje, ciclismo y otras cosas, por la comarca asturiana de Cabrales.

Pedro Ansorena y Senia Bonaechea.