lunes, 17 de octubre de 2011

Cuarto día de viaje en autocaravana al patrimonio románico catalán del Pirineo.

En la población de Boí, en los dos  aparcamientos que están situados por debajo de la iglesia románica, existen señales de prohibición para las autocaravanas, así que por ello decidimos pasar la noche en el aparcamiento que está en la parte alta de la población, que aunque está un poco inclinado, hemos dormido muy bien y tranquilos. N-42º31'16'' E-0º50'06''.



 Boí, como cabecera de una de las entradas del Parque Nacional de Aigüestortes y El lago San Mauricio,  nos ofrece la posibilidad de visitar uno de sus centros de interpretación y hacer una ruta senderista por una parte de éste.



Estando en las puertas de un Parque Nacional y como aficionados al senderismo que somos, no nos lo pensamos dos veces, como el dia presentaba una temperatura ideal, con el sol reluciente en todo lo alto, y para relajarnos un poco de la visita al abundante patrimonio histórico que nos ofrece la zona, decidimos visitar en primer lugar el centro de interpretación del Parque Nacional  y después de comprar alimentos en un súper, que por lo que pudimos ver, este prácticamente vive de los bocatas, frutas y otros alimentos que compran los visitantes al parque, contratamos, al lado mismo del centro de interpretación, con el conductor del vehículo, que te traslada hasta unos 1500 Mt de altitud dentro del parque y donde los guardas del parque no dejan acceder otros vehículos, en horario de 9 de la mañana hasta las 2 de la tarde y después te recoge, en el mismo sitio que te deja, en horario de 4 a 6 de la tarde, unos 10€ persona, ida y vuelta. 



A las 10,30 como habíamos quedado con el conductor, y junto con otros pasajeros, pusimos rumbo a la canal de San Nicolau, desde donde tomamos una pista ascendente que te conduce hasta el paraje de Morrano, donde finaliza el trayecto en el vehículo, pasando primero por el lago de Llebreta. N-42º33'06'' E-0º54'45''.



Conforme vamos ascendiendo, nos vamos maravillando del paisaje otoñal que ya impregna de cálidos colores el bosque de abedules, avellanos, robles, fresnos, servales etc, entremezclados estos con el característico pino negro y los abetos pirenaicos.


Después de dejarnos el vehículo, ya en el interior del parque nacional, nos calzamos las botas y con la mochila a la espalda, con unas viandas, agua y abrigo, por si acaso, comenzamos la ruta, caminando por una pista bastante acondicionada, ascendiendo unos cuatrocientos metros de desnivel hasta el lago de Llong N-52º34'23'' E-0º57'08''.



Desde el inicio de la marcha, sentimos el profundo olor que despiden las distintas especies arbóreas y arbustivas, especialmente el profundo del pino negro. El Parque Nacional de Aigüestortes y el Estanque de San Mauricio, conforme uno se va adentrando en el, van adquiriendo su personalidad, en el que se dan cita la mayoría de los elementos característicos de la alta montaña, configurando lo que es la síntesis de la cordillera central pirenaica, sus cerca de 200 lagos con los constantes meandros de alta montaña y el caudaloso rio San Nicolau que parten o alimentan algunos de estos, que aunque este año hay bastante sequía, uno puede disfrutar en cada recodo del camino el discurrir de sus claras aguas, los impresionantes riscos o picos que se asoman por todos los lados, ofreciendo,  sin duda, uno de los paisajes más bellos del Pirineo.



Destacar también la importante explotación de ganado vacuno, caballar, ovino o caprino que se nutre de los excelentes pastos que ofrece  esta zona. Proseguimos el camino acompañados del constante ruido que producen los Pito Negros o los pájaros Carpinteros al perforar con su potente pico la madera de los árboles.



Disfrutando de estas sensaciones, después de un buen rato caminando llegamos a la zona lacustre del lago Llong, un bonito y tranquilo paraje de montaña, donde ya la vegetación arbórea resulta ya escasa y donde pastan algunos ganados.



En este bonito lugar dimos buena cuenta de la trasportada despensa a nuestras espaldas, descansando tomando el sol en la tranquilidad de la montaña un buen rato, para tomar impulso y descender hasta  el paraje de partida, donde a las 5,30 tomamos de nuevo el vehículo que nos retornó hasta la población de Boí.



El dia ha sido distinto a los anteriores del viaje, pero no menos atractivo, hemos hecho ejercicio en la montaña, llenado nuestros pulmones con el aire puro de ésta y hemos alimentado nuestra mente con la abundante naturaleza que nos obsequia un parque como éste, donde el desbordante cromatismo, que nos ofrece la madre naturaleza en esta época del año, es motivo más que suficiente para disfrutar de un buen dia y recordar éste por mucho tiempo.


Al atardecer, un poco cansados por la caminata del dia, pero sobre todo satisfechos por haber disfrutado de esta jornada y estos paisajes, nos trasladamos de nuevo  en busca de los buenos recuerdos que nos dejó la noche pasada  el aparcamiento de Taull, donde al igual que el pasado dia pernoctamos con nuestra autocaravana. N-42º31'01'' E-0º50'54''.



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Pedro Ansorena y Senia Bonaechea.

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